- ¿Qué te inspiró a dejar tu carrera en comercio internacional y seguir tu pasión por las artes, primero como actor y luego como escritor?
Siempre he sido una persona muy sensible, romántica y enamoradiza, pero en el 2017, año en el cual emigré a España desde Venezuela, mi lado creativo y emocional no paraba de hacerse fuerte. Antes de marcharme, recuerdo que viajé extensamente por mi país; en aquellos viajes escribía mucho. Los paisajes, playas, montañas, incluso los platos típicos despertaban en mí gran emoción, en cada cosa pequeña encontraba un sentimiento o algo sobre lo cual escribir. En ese momento no lo sabía con certeza, pero era mi subconsciente diciéndome que quizás era la última vez que estaría en esos sitios y creo que cuando el ser humano sabe que va a perder algo para siempre, lo aprecia más. Cuento esto porque al haber experimentado esa sensación de pérdida, mi perspectiva de la vida cambió. Así, un día en un autobús que salía desde Avenida de América con dirección a Coslada a una entrevista de trabajo para una empresa de transporte y logística, mientras el sol entraba poderoso por la ventanilla, me pregunté si aquello era lo que quería hacer el resto de mi vida, y con mucha facilidad la respuesta apareció brindándome una mezcla de paz y miedo. Pensé en qué otra cosa podía dedicar mi vida. De pequeño había hecho teatro, participaba en todos los grupos culturales de mi pueblo y le sacaba canas verdes a mis padres apuntándome en cualquier actividad extracurricular vinculada con las artes. Por lo tanto, al marcharme de esa entrevista, decidí que iba a cambiar mi vida. Con mucho miedo pero con entereza, decidí convertirme en actor. La escritura ha sido una consecuencia directa de esto, la herramienta que me ha permitido crear mi verdad y traer a la realidad la emocionalidad y la creatividad que habita dentro de mí.
- ¿Cómo influyó tu formación en interpretación en tu proceso de escritura? ¿Hay alguna técnica o experiencia que hayas trasladado de la actuación a la escritura?
Es maravilloso porque ambas cosas se complementan perfectamente. Cuando te preparas para ser actor, te conviertes en un investigador que debe descubrir todo lo posible sobre ese personaje, su historia, antecedentes y los motivos por los cuales se comporta de determinada manera; para luego con tus recursos internos y externos interpretarlo de forma convincente y realista. Cuando escribes es igual, es meterte en la piel de esa persona, pensar como ella, oler como ella, sentir como ella y por eso creo que es vital trabajar en tu empatía porque esa herramienta en mí creer es la que te permite conectar a un nivel más profundo. Algo curioso es que cuando escribo, al mismo tiempo, imagino cómo sería esa escena en una película. A veces me distraigo y me imagino a mí mismo en el set de rodaje grabando esa escena que estoy escribiendo.
- “¿Agradecer a quien rompió mi corazón?” comenzó como un monólogo y se convirtió en una obra de teatro. ¿Cómo fue ese proceso de transformación de tu obra inicial?
“¿Agradecer a quien rompió mi corazón?”, nació en la pandemia del Covid. Estaba encerrado en un pequeño piso de Chueca con dos de mis mejores amigos. El monólogo nació de la necesidad de expresar lo que había vivido en mis relaciones amorosas y de intentar entender por qué terminaron mal. No tenía ni idea de cómo se escribía un monólogo, simplemente plasmé en papel lo que había sentido con mis exparejas. Más adelante, cuando terminó el confinamiento, le pedí al dueño del bar donde trabajaba que me dejara presentar el monólogo que había escrito. Contacté con un amigo que trabajaba en el Teatro de la Zarzuela para que me ayudara con el guión y me diera algunas ideas para representarlo. Semanas después estaba frente a veinticinco personas que disfrutaban del ambiente del bar mientras yo les contaba mis experiencias amorosas. Las personas se reían y se identificaban con mis palabras. Recuerdo que la entrada al espectáculo era comprar dos cervezas. Después de presentar el monólogo varias veces en ese bar, envié la propuesta a varios teatros, pero ninguno me respondió. Decidí usar el poco dinero que tenía ahorrado para alquilar una sala de teatro en la zona de Embajadores y vendí las entradas a mis amigos y a las personas que llegaban al bar. Logré reunir a setenta y cinco personas en ese espectáculo. Quería darle un toque diferente, así que invité a un par de amigos músicos y fusioné los monólogos con la música. Un día en el bar donde trabajaba entró un chico nuevo que había estudiado para ser guionista. Me recomendó un programa especializado para escribir guiones y me dio varios consejos sobre cómo crear una historia. De esta forma añadí dos personajes más a la obra y potencié lo que ya tenía. Elaboré un dossier más profesional con el cual apliqué nuevamente a sala de teatros y así llegué hasta El OFF de la latina donde me presenté catorce veces con una obra que ya tenía cuatro partes, un técnico de sonido, algunos efectos especiales y tres actores y actrices.
- ¿Qué te llevó a decidir escribir tu primera novela, “Cuando caen las estrellas”, y cómo fue tu experiencia durante el proceso de escritura?
“Cuando caen las estrellas” está basado en hechos reales y me entristecía pensar que aquellas historias solo quedarían como un recuerdo en mi mente. Fue una experiencia única, enriquecedora y memorable. Quería aprovecharla y sacarle su máximo potencial. Por esta razón me embarqué en la aventura de escribir un libro. No tenía un plan definido sobre cómo hacerlo, pero cada mañana me despertaba y salía a una cafetería a escribir. No pensé en un orden específico o en un plan establecido, lo cual tenía sus ventajas y desventajas. Plasmé en el papel las escenas más impactantes que recordaba o que consideraba más relevantes. Me esforzaba por escribir todos los días. En algunos la inspiración fluía y escribía con facilidad; y en otros me bloqueaba y me invadía la duda sobre lo que estaba haciendo. No obstante, me había hecho la promesa de completar este proyecto sin importar las dificultades. Estaba decidido a cumplirla bajo cualquier circunstancia. Escribir esta novela me llevó cerca de tres años, demandó mucha fortaleza y perseverancia. En un momento dado me percaté de que la historia tenía muchos cabos sueltos. Haberla escrito en diferentes momentos sin una estructura narrativa clara, hacía que muchas cosas no coincidieran. Creo que eso fue lo más duro de haber escrito sin un orden o sin una preparación previa. Todo se iba resolviendo al momento y eso acarreó que me retrasara o frustrara. Tomé la decisión de estudiar en la escuela de escritores de Madrid, eso me ayudó a mejorar el resultado y mis conocimientos como escritor. El proceso de escritura fue un viaje aleccionador. Me permitió pasear una vez más por esos recuerdos que atesoro con tanto cariño. Descubrí que me encanta la investigación y aprender sobre hechos históricos, aprendí sobre acontecimientos relacionados a la migración europea en mi país y quise compartirlo con los lectores. Quiero que las personas cuando lean mis libros aprendan cosas. Es el tipo de literatura que me gusta leer por eso lo tomo para mis propios trabajos.
- La sinopsis de tu novela sugiere un viaje de transformación para el protagonista ¿Cómo exploras este tema a lo largo de la historia?
Thiago, protagonista de esta historia, es un joven ingenuo e inexperto en el amor. Su idea de las relaciones se basa en las pomposas telenovelas latinas que ve a diario en la televisión. Ignora que la reciprocidad es fundamental en las relaciones y cree que el amor debe entregarse sin límites. Thiago representa a los jóvenes que buscan el amor por primera vez y que aún conservan su inocencia. La mayoría de las relaciones en su entorno están plagadas de sufrimiento y machismo, y que, según ellos, cualquier sacrificio justifica mantener la pareja tradicional en el tiempo. Al final de la historia, Thiago, en medio de tormentas emocionales, deberá redefinir sus ideas y conceptos sobre el amor. Descubrirá una nueva forma de amar, pero el precio a pagar será alto. Una marca en el alma que lo acompañará por siempre. En esta historia de amor se encuentra la transformación, la evolución y el descubrimiento de nuestro propio ser.
- ¿Cuál crees que es el mensaje principal que los lectores pueden extraer de “Cuando caen las estrellas”?
Recibirán un poderoso mensaje de amor propio. Descubrirán cuán doloroso puede ser el amor cuando no se establecen límites en una relación. La historia de alguien que se perdió a sí mismo en la búsqueda de otra persona. Y, lo más importante, la necesidad de tomar control de nuestras vidas y actuar contra aquello que nos causa dolor.
- La relación entre los personajes principales es un aspecto fundamental de tu novela. ¿Cómo abordaste la construcción de estos personajes y su dinámica en la historia?
La creación de Thiago, a diferencia de Tomás, quien es el otro protagonista de la historia, fue menos laboriosa ya que muchos rasgos de su personalidad los tomé de mí y de mis propias experiencias. Me resultó más sencillo plasmar mi esencia en Thiago porque tenía claro lo que quería expresar a través de él. Conocía sus debilidades y sus puntos fuertes, así como sus carencias y cómo esperaba suplirlas.
En contraste con Thiago, Tomás requirió un trabajo mucho más arduo. Debido a la complejidad de su personalidad, me dediqué a investigar qué motivos impulsan a las personas a comportarse de esa manera. Recuerdo haber dedicado varios días a dibujar el cuerpo de Tomás en una libreta, y luego, en nubes de texto, describía y analizaba sus comportamientos. Luego, en nubes de texto más pequeñas, escribía las razones por las cuales yo creía que ese personaje se comportaba de esa manera. Y en base a esas conclusiones, fui desarrollando su historia y su comportamiento.
Creo que todas nuestras acciones tienen una justificación, incluso cuando no somos conscientes de los motivos que nos impulsan a actuar de determinada manera. Siempre hay algo en nuestro subconsciente que lo explica. Esta investigación me permitió conectarme profundamente con mis personajes y escribir una historia rica y compleja sobre ellos. Estos factores fueron cruciales para desarrollar la dinámica entre los protagonistas, de manera que fuera coherente con sus personalidades y creara una historia creíble y atractiva para los lectores.
- ¿Cómo integras la complejidad de las relaciones personales y el entorno sociocultural en tus obras?
La obra aborda temáticas LGTBIQ+. Narra una poderosa historia de amor entre dos hombres que se ven obligados a buscar la clandestinidad y la intimidad en ciertos lugares de la ciudad de Caracas. Es importante destacar que en Venezuela, al igual que en muchos países de América Latina, la educación sobre el colectivo LGTBIQ+ es deficiente, está plagada de ignorancia y perpetúa los estigmas que ya conocemos. Tanto la sociedad como los protagonistas carecen de las herramientas y la información necesarias para vivir una relación homosexual plena, lo que añade un obstáculo más a su historia. Si bien la problemática de la discriminación LGTBIQ+ no se aborda de forma directa en la historia, mi intención era que los lectores disfrutaran y conocieran una historia de amor gay desde la perspectiva de la ingenuidad y la pasión que surge entre los protagonistas. Las dificultades que enfrentan las personas LGTBIQ+ para vivir una historia de amor como la de cualquier otra pareja son sutilmente representadas a lo largo de la narrativa.
- ¿Cuál fue el mayor desafío al escribir “Cuando caen las estrellas” y cómo lo superaste?
El mayor desafío fue mantener la fe en esta historia cada vez que me tentaba el desánimo. Ser artista exige una voluntad inquebrantable. Dediqué tres años de trabajo a este libro sin recibir ninguna compensación económica. Este proyecto se materializó gracias a la pasión por mi arte y a la fuerza de mi voluntad. También debo destacar que mi círculo cercano, compuesto por mis padres y amigos, fue un pilar fundamental en los momentos más difíciles. Para mí, sus palabras de aliento fueron imprescindibles. Contar con personas que creen en uno mismo es un tesoro invaluable.
- ¿Qué tal ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo? ¿Cómo ha sido tu relación con ellos y qué consejos darías a otros escritores que están considerando trabajar con esta editorial?
Mi experiencia trabajando con Círculo Rojo ha sido sumamente positiva. Se trata de una editorial con amplia experiencia en el ámbito de la autopublicación. Cuentan con un sistema de trabajo perfectamente estructurado, que incluye desde la definición de los pasos a seguir hasta la información necesaria y los protocolos de trabajo establecidos. Lo que permite agilizar considerablemente el proceso de desarrollo del libro. Yo tenía una visión clara de lo que quería lograr con mi libro, como resultado, la comunicación con el equipo de Círculo Rojo fue fluida y eficiente, lo que permitió resolver todos los aspectos del proyecto en un par de meses. Mi recomendación es que cuanto más definido tengas tu proyecto, más ágil y satisfactorio será el proceso de publicación. No obstante, si aún no tienes una idea clara de cómo quieres enfocar tu libro, Círculo Rojo te ofrece una amplia gama de opciones para guiarte y darle forma a tu obra.
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