X

Entrevistamos a Ander López de Abechuco, autor de «El sueño de Antares»

¿Qué te llevó a escribir El sueño de Antares? ¿Hubo algún momento concreto que despertó la historia en tu mente?

Tengo que empezar diciendo que siempre me ha gustado mucho la ciencia ficción, las naves espaciales, ese tipo de cosas siempre me han atraído. Si esto lo aderezamos con los comics y películas de ese género que he disfrutado a lo largo de los años… Pues podría decirse que era cuestión de tiempo que escribiese algo de ciencia ficción.

Es cierto que el poder imaginar lugares que pueden, o no, existir o el encuentro con seres extraños es algo que puede suceder en nuestro mundo actual; del que creo nos queda mucho por aprender. Pero trasladarlo al espacio le da un toque diferente y era algo que quería explorar. En mis anteriores novelas si incluía aventuras y ficción en grandes dosis, pero me apetecía hacer viajar mi escritura a entornos más lejanos.

Así que juntando todo ello, me decidí dar forma a diversas ideas que me rondaban por mi cabeza y así surgió El sueño de Antares.

            La novela mezcla ciencia ficción con una fuerte carga emocional. ¿Qué peso tiene la experiencia personal en la creación de Kara y su viaje interior?

La novela estaba macerando en mi cabeza desde hace tiempo; pero en el 2019 una enfermedad crónica me fue diagnosticada, y el dedicar ratos a ir pensando sobre la historia me ayudó a ir dándole forma. Y también a liberar un poco mi mente de lo que me estaba sucediendo.

Pasaron unos pocos meses y finalmente me decidí a darle forma de novela a todo aquello. El grueso de la novela fue cogiendo forma coincidiendo con los momentos iniciales del tratamiento en los que no lográbamos controlar la enfermedad, y eso creo que se ha visto reflejado en Kara. Afortunadamente, mi enfermedad está ahora controlada, y eso también me ha servido de impulso para publicarla.

Kara navega por el espacio, pero también por su propio dolor. ¿Qué representa para ti ese paralelismo entre el viaje físico y el emocional?

Creo que es un viaje que está siempre unido; se condicionan mutuamente constantemente. Las emociones forman parte de nosotros, de nuestra vida de principio a fin, y marcan nuestros recuerdos de una forma especial. Algunas corrientes de pensamiento abogan por no hacer caso a los sentimientos; otras en cambio afirman que hay que respetarlos siempre. Como todo, creo que en el equilibrio está lo correcto. Y eso creo que se refleja en la novela. Y el hecho de estar en el espacio no nos puede alejar de nuestro interior, y quería remarcar eso también. La vida y lo que nos sucede es un viaje que todas nuestras partes hacen juntas, queramos o no.

El espacio, en tu obra, no es solo un escenario. ¿Qué significa para ti como autor y qué posibilidades te ofrece como metáfora narrativa?

El espacio me atrae como reflejo de lo mucho que nos queda por descubrir y aprender. No solo cuando miramos al cielo. Hay infinidad de cosas que faltan por conocer a nuestro alrededor y también en nuestro interior. Además, creo cada día puede hacer que descubramos algo de cómo somos y como afrontamos lo que nos sucede. Mirar al espacio es mirar al infinito, pero también al pasado. El futuro es algo por descubrir y el espacio es la gran metáfora de lo que nos queda por desvelar. Y toda esa mezcla es lo que quería reflejar.

Tu experiencia como voluntario de Cruz Roja está muy presente en la novela. ¿Cómo ha influido tu labor en emergencias en el desarrollo de la trama y los personajes?

Me ha ayudado a tener una idea de lo que es conveniente hacer, y lo que no, que a veces es más importante. Y en el espacio ese conocimiento toma más relevancia, ya que si tienes un problema la única ayuda con la que cuentas es la que tengas contigo. Pese a todas las adversidades hay personas que no pueden evitar ayudar a otras, y quería reflejarlo. Así como también hay otras personas que son capaces de hacer todo lo contrario. Y especialmente, quería reflejar cómo la esperanza y el impulso de ayudar a otros seres vivos no conoce fronteras y está presente en infinidad de almas en los lugares más insospechados.

Has escrito manuales formativos y libros técnicos. ¿Qué cambia cuando se pasa de la divulgación a la ficción?

La diferencia principal es que tras documentarte y analizar todo el material que recoges, en la ficción puedes liberar la imaginación totalmente y hacer suposiciones que no necesitan ser demostradas o coherentes. En libros técnicos todo ha de ser comprensible, lógico y demostrable; en la ficción el último requisito no es imprescindible. Te da una libertad que no siempre tienes en un libro técnico.

¿Qué retos encontraste al construir un universo futurista que fuera creíble, pero también emocionalmente cercano al lector?

Para mí ha sido el tratar de encontrar el equilibrio de lo que la imaginación sugiere y una realidad posible considera adecuado. El universo plausible ha de tener conexiones con nuestra realidad cotidiana para poder ser compresible y no desengancharte del mismo. Y yo no deseaba desenganchar a quien quiera dedicar su precioso tiempo a disfrutar de mi novela; quería hacerla también cercana para que la disfrutase, a la vez que deja volar su imaginación. Encontrar esos nexos entre lo lejano y futurible con lo actual y que conocemos es lo que hace creíble la historia. Pero siempre llevando las cosas a lo que aún no es, pero nunca se sabe si alguna vez podrá ser.

Has publicado una trilogía de aventuras anteriormente. ¿Qué diferencia a El sueño de Antares de tus libros anteriores?

En las anteriores novelas partía de un pedacito de la historia pasada de mi provincia y que servía de marco para aderezarlo con ficción, y así crear aventuras en el mundo actual. En El sueño de Antares la ciencia ficción es pura y futurista en todo momento. No intenta reflejar nada que conozcamos, pero si algo con lo que poder identificarse e imaginar.

¿Qué esperas que sienta el lector al acompañar a Kara en su odisea? ¿Qué mensaje te gustaría que se llevara consigo?

Que, pese a las adversidades, si se logra no renunciar a ese impulso especial y único que cada persona sentimos dentro nuestro, podemos continuar adelante. No será como nos habíamos imaginado, incluso puede que sea algo inesperado; pero que mientras logremos no olvidarnos de lo que realmente nos impulsa en la vida desde nuestro interior, podrás continuar adelante sin arrepentirte de lo que has hecho.

¿Ya estás trabajando en un nuevo proyecto literario? ¿Seguirás explorando la ciencia ficción o te planteas cambiar de género?

Pues en estos momentos he de decir que no tengo ningún proyecto en marcha. Es cierto que tengo varias ideas en la cabeza rondando, alguna es de ciencia ficción y otras son de historia ficción. Y de vez en cuando plasmo algo. Pero ahora no estoy trabajando en ningún proyecto literario concreto.

Comprar El sueño de Antares: https://libros.cc/El-sueno-de-Antares.htm?isbn=9788410978034

Categorías: Entrevistas
Víctor Rojas:

Ver comentarios (1)

  • Me gusta que un escritor tenga la mente tan abierta como Ander, dispuesto a creer en aquello que otros posiblemente nieguen o incluso rechacen.
    Pero lo que más me conmueve es saber que El sueño de Antares es también una introspección nacida en momentos difíciles de salud para su autor. Estoy segura de que le ha servido para experimentar y, a la vez, para plasmar con gran sensibilidad sentimientos y herramientas que podrían ayudar a otras personas.
    Un libro que te impulsa a continuar tu propio viaje personal en este mundo.

X

Política de cookies

Esta página tiene cookies, ¿las aceptas? :)

Política de privacidad