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“Paul Klee. Entre colores y formas” | Por Patrizia Gaell

“Paul Klee. Entre colores y formas” | Por Patrizia Gaell

Color, ritmo, naturaleza, construcción y movimiento: las cinco características que podrían definir la obra de un visionario que desafió las convenciones artísticas de su tiempo y que dejó inevitablemente en la historia del arte una marca indeleble. Hablamos de Paul Klee. Adelantado a su tiempo, este genio de origen suizo y nacionalidad alemana fue duramente criticado por sus comentarios sobre sus propias obras y devaluado y tachado de pintor «infantil» por parte de aquellos negados a la evolución e innovación del arte a principios del siglo XX.

A lo largo de su vida quiso pintar cuadros que hablaran por sí mismos; quiso que las imágenes se comunicasen a través del color, las formas y las líneas. «Quiero visibilizar la realidad a través de la pintura», dijo. Y lo hizo. Consiguió caracterizar sus obras con un lenguaje visual único, un lenguaje especial donde gustaba de combinar diferentes técnicas y materiales y experimentar con diversos sustratos (como el papel, el cartón o el lienzo). Un excelente ejemplo de su innovador uso de líneas y superficies coloreadases Hamamet, una de sus acuarelas más conocidas y en la que nos muestra la representación dinámica de esa ciudad tunecina en brillantes colores, casi puros.

Klee redujo la complejidad artística de su obra limitándola al color y a la forma. Por este motivo, también, dejó menos espacio de interpretación al espectador dando a cada uno de sus cuadros un nombre único: Senecio, Angel whom something is still stopping, Cat and bird, Castle and sun… Sin ir más lejos, en este último — Castle and sun—el autorcombina formas geométricas, colores intensos y oportunos contrastes en un armonioso conjunto visual que brinda al espectador una sensación inigualable de calidez y alegría al contemplarlo. Un arte reducido a lo que el ojo nítidamente ve, a la vitalidad de una imagen y de sus colores. No a lo que el hombre observa ante sí como tal.

A lo largo de su vida, Klee desarrolló una serie de técnicas que le ayudaron a hacer realidad su visión artística del mundo. Sistemas como el método mágico —en el que la pintura se empuja a través de una hoja de papel perfectamente perforada—o la técnica de transferencia de aceite —en la que la pintura al óleo se transfiere de una hoja de papel a otra superficie—, así como la publicación de diversos tratados sobre colores y formas —entre los que cabe destacar el Cuaderno de bocetos pedagógicos, hicieron que su talento y experiencia influyesen significativamente en la teoría del arte del siglo XX.

Estilísticamente, es difícil clasificar a ese autor, ya que combinó a la perfección elementos de diferentes movimientos artísticos, como el surrealismo, el expresionismo y el cubismo. Sus obras son de formato predominantemente pequeño y se caracterizan por sus colores claros y delicados en capas de pintura finamente aplicadas. Las líneas, las cuadrículas y las formas geométricas juegan un papel central en su forma de expresión, dibujando una variedad de motivos que van desde objetos y paisajes prosaicos hasta la representación simbólica vía abstracción, a menudo con una fuerte resonancia emocional. Naturaleza, música, literatura e incluso su propio subconsciente han sido fuente de inspiración para su pincel.

Las contribuciones de este genio al mundo pictórico están profundamente arraigadas en la historia del arte. Como parte de los movimientos expresionistas y surrealistas, encarnó formas innovadoras de representar la experiencia humana durante la época de profundos cambios tecnológicos, sociales y políticos en la que le tocó vivir.

Su obra ha tenido una gran influencia en generaciones posteriores. El uso de los colores y las formas, así como sus técnicas, han sido imitados para ampliar los límites de las artes visuales y enriquecer los canales de la expresión artística. Tanto es así que su influjo se puede sentir nítidamente en el arte moderno contemporáneo. Artistas de la talla de Anselm Kiefer o Mark Tobei han citado su trabajo como una importante fuente de inspiración para ellos.

La magia de este artista innovador y único también ha dejado huella en el diseño y la ilustración. Su estilo lúdico e imaginativo ha ejercido una fuerte influencia en la ilustración de libros infantiles pertenecientes al siglo XX.

Diversos campos y medios artísticos, que van desde la pintura y el dibujo hasta los textiles y el arte digital, están hoy en día adoptando e interpretando sus técnicas innovadoras y su estilo único de nuevas y emocionantes formas. Gracias a ello, su espíritu no solo perdura en el tiempo: además, de la mano de estos nuevos genios emergentes herederos de su legado, se mueve y evoluciona.


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2 thoughts on ““Paul Klee. Entre colores y formas” | Por Patrizia Gaell

  1. Un artículo estupendo. Como admirador de Paul Klee, he de decir que está muy bien referenciado y documentado. Mi enhorabuena a su autora.

  2. Articulos de esta talla son dignos de leer y admirar porque se refleja en ellos todo el trabajo de investigacion que la autora realiza para darnos a conocer una porcion del arte, en cualquiera de sus formas.

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