La gente | Por Belinda A. Placek
Una palabra que en ocasiones puede suponer un agravio comparativo. La utilizamos frecuentemente cuando queremos reivindicar derechos, olvidando que para ello no necesitamos pisar el cuello de otros que también son GENTE.
«La gente no quiere que se dé un bono de 400 euros a los jóvenes para gastarlo en cultura».
«¿A quién le interesa la cultura? ¿Será más importante el empleo, la violencia, los impuestos, la jubilación?
Cierto, pero:
¿Se pregunta la GENTE, si también hay GENTE en la cultura? ¿Sabe la GENTE que hay artistas, técnicos de iluminación, de sonido, taquilleros, gerentes, operarios de limpieza, tiendas especializadas, etc. etc.?
Muchísimos puestos de trabajo y familias que también dependen de la cultura, que también son GENTE, que también son autónomos, compañías que también han sufrido con esta pandemia.
Y no es sólo eso. Hay que saber de que se habla cuando se generaliza, cuando hay que legislar para 47.000.000 millones de personas, GENTE con sus peculiaridades y sus circunstancias. No es fácil contentar a todos, es más, no se debe.
¿Se ha preguntado la GENTE si no es mucho mejor facilitar el acceso de nuestros jóvenes al teatro, al cine, a los museos, a los conciertos que tenerlos en la calle robando, haciendo botellón, destrozos urbanos?
Puede hacerse mejor, no lo dudo. Creando un bono de descuentos o poner días al 25%. Hay mejores opciones que dar dinero. No me cabe duda.
Pero tampoco es necesario aplastar la cabeza de la GENTE para reivindicar los derechos de otra GENTE.
Hay veces que la palabra GENTE produce más desigualdad y es menos democrática que algunas propuestas sociales.
Y también hay mucha GENTE, que solo utiliza esta palabra cuando les afecta personalmente pero cuando la GENTE se convierte en enemigo de sus intereses individuales se olvidan de que ellos también son GENTE y sus amigos, sus hijos, sus padres.
Creo que voy a empezar a dejar de utilizar esa palabra.
«Las generalidades son odiosas con demasiada frecuencia»
Belinda Alexandra Placek Paularena
Escritora y editora.