Novela negra. Una forma de ver la vida | Por Fernando J. González Rodríguez
Artículo de: Fernando J. González Rodríguez, autor de “El asesinato de Clara Lemos” y “Telón de Sangre”
Alguna vez han oído eso de…” Novela negra, vamos, muertes, policías y ladrones”. Es algo muy generalizado en la sociedad, que se ha quedado con lo más básico de un género tan rico como desconocido para muchos. De todos es sabido que la novela negra actual está claramente influida por esa novela de origen británico o francés, pero pocos saben que en España ya existía el género negro en obras como el Lazarillo de Tormes o con autores tan representativos como Lorca, con obras como “La casa de Bernarda Alba” o “Bodas de Sangre”…
Pero, si en esas obras, no hay asesinos, ni detectives…pues porque la novela negra es tan rica al ser un género tan variado que ofrece un amplio abanico de oscuros callejones que esconden la sociedad en la que vivimos. Novela negra es mucho más que aquello de lo que se cuenta. Denuncia social, tramas oscuras que pueden tener que ver con situaciones familiares dramáticas o sucesos que nos llevan a un ambiente tan oscuro como la historia que nos pueden contar. La novela negra se diferencia de la policíaca en que es un género que se adentra mucho más en la vida de los personajes que son parte de la historia, hacen hincapié en esos temas que se buscan denunciar y deja a un segundo plano la investigación de un crimen si lo hubiera, cosa que es bandera en la policíaca, donde prima la investigación. ¿Puede haber simbiosis? Como todo género, nada establece parámetros.
La novela negra es un género tan dinámico que permite aunar en una misma historia todo tipo de conflictos a los cuales sus personajes pueden enfrentarse. No solo a la típica investigación de un crimen, no solo a una persecución de delincuentes. También los personajes se enfrentan a sí mismo, a la sociedad que les ha tocado vivir y crecen a lo largo de las páginas, o decrecen, según la trama que el autor haya querido plasmar.
La novela negra nos permite expresarnos sin filtros, dejar a un lado lo políticamente correcto y lanzarnos a escribir como sentimos, como queremos mostrar una escena, como si la estuviéramos viviendo. Que el lector se sienta tan dentro que vibre con cada página. Siempre he pensado que, de no ser así, algo estamos haciendo mal.
Aunque si existe un denominador común en este tipo de género, tanto negro como policíaco, es la habilidad para mantener al lector cautivado de tus páginas durante toda la trama. Eso es lo que verdaderamente hace grande una novela negra o policíaca.
En resumen, para mí la novela negra es parte de mi vida. Le ha dado un sentido distinto, una forma de entender aquello que percibo, de contar aquello que deseo contar y de dibujar tramas con la emoción de que el lector se sienta identificado con lo que lee. Crear personajes de los que no puedo olvidarme e historias que tengan de todo, desde lo más oscuro a lo más romántico, con giros inesperados y finales que lleguen profundamente al corazón.
La novela negra no es un estilo. Es una forma de vida.
buenas tardes
soy un amante de la novela negra, me parece un estilo difícil de crear y más todavía de traspasar al papel las ideas, de forma que entretengan y tengan en tensión a la persona que la está leyendo.
pero siempre me ha quedado una duda, si todas las policías del mundo, tienen departamentos de casos sin resolver, de los cuales hay muchos que nunca se resuelven, por qué en todas las novelas siempre han de descubrir al asesino, no hay ningún escritor que se atreva a hacer una novela (y me refiero a que no haga luego una segunda parte para solucionar el problema), en la que el asesino quede sin descubrir.
un saludo