Soñar VS Dormir | Por Daniel Boixeda

En un anterior artículo sobre “El Sueño” publicado en este medio (1), hablamos del acto de dormir y de las ganas de dormir. En este escrito hablaremos de otro de los significados de la palabra “sueño”, que es el acto de representarse en la fantasía de alguien, sucesos o imágenes mientras duerme; lo que conocemos también con la palabra “soñar”.
Decíamos en aquel artículo, que el sueño era una necesidad biológica de nuestro cuerpo, que aumenta cuando uno ha estado despierto durante mucho tiempo. Pero, ¿qué sucede mientras dormimos? Cuando dormimos, el cerebro sigue un patrón predecible, constituido por varios ciclos que tiene cinco fases distintas: fase 1, 2, 3, 4 y el sueño de movimientos oculares rápidos (REM). Cada fase ayuda a garantizar el descanso de la mente y el cuerpo. Durante el sueño se pasa por estas distintas fases del sueño (de la fase 1 al sueño REM) formando un ciclo, tras el cual se inicia de nuevo otro ciclo comenzando de nuevo por la fase 1.
La duración de estas fases del sueño, es variable. Al inicio del sueño, el cuerpo pasa por ciclos con períodos relativamente cortos de sueño REM y largos períodos de sueño profundo. A medida que avanza la noche, se hacen más cortos los períodos de sueño profundo y más largos los períodos de sueño REM. Hacia el final de la noche, la persona pasa casi todo el tiempo en las etapas 1, 2 y REM.
En condiciones normarles el sueño no REM representa el 75% del sueño y los periodos de sueño REM el 25% del total de tiempo en que estamos dormidos. Durante el periodo REM, el cerebro está activo, los ojos se mueven de un lado a otro y el cuerpo se relaja y queda inmóvil. Se sabe que el sueño REM participa en el proceso de almacenamiento de los recuerdos y en el aprendizaje y también ayuda a equilibrar el estado de ánimo.
El sueño REM se inicia en respuesta a señales enviadas desde y hacia diferentes regiones del cerebro. Las señales se envían a la corteza cerebral, que es la responsable del aprendizaje, el pensamiento y la organización de la información y también se envían señales a la médula espinal para detener los movimientos, lo que crea una incapacidad temporal para mover los músculos (“parálisis”) de los brazos y las piernas. Es durante los periodos de sueño REM cuando se sueña.
Según la RAE: Soñar es: representarse en la fantasía imágenes o sucesos mientras se duerme. Los sueños por lo tanto son historias e imágenes que nuestra mente crea mientras dormimos. Los sueños pueden ser entretenidos, divertidos, románticos, inquietantes, atemorizantes y, a veces son muy extraños. Así mismo, los sueños pueden ser en color o en blanco y negro, siendo estos últimos más frecuentes en los adultos. Se cree que todos soñamos entre 3 y 6 veces cada noche y que alrededor del 95% de los sueños se olvidan al levantarse. El recuerdo de los sueños disminuye progresivamente desde el comienzo de la edad adulta, edad en que los sueños se vuelven menos intensos, siendo esta evolución más rápida en los hombres que en las mujeres
Estos sueños mientras dormimos, representan deseos y anhelos inconscientes; interpretan señales aleatorias del cerebro y el cuerpo; sirven para consolidar y procesar la información que recopilamos durante el día y funcionan como una forma de psicoterapia
Soñar cumple en el ser humano una serie de funciones: 1) Un reprocesamiento de la memoria fuera de línea: ya que es cuando el cerebro consolida las tareas de aprendizaje y memoria, y apoya y registra el estado de vigilia; 2) La preparación para posibles amenazas futuras; 3) Una simulación cognitiva de experiencias de la vida real; 4) Una ayuda para desarrollar capacidades cognitivas; 5) Refleja la función mental del inconsciente de una manera psicoanalítica; 6) Un estado de conciencia único que integra la experiencia del presente, el procesamiento del pasado y la preparación para el futuro y 7) Un espacio psicológico donde el ego soñador reúne nociones abrumadoras, contradictorias o sumamente complejas, que serían inquietantes cuando estamos despiertos, satisfaciendo así la necesidad de equilibrio y balance psicológico
A los sueños angustiantes se les denomina “pesadillas”. Estas hacen que la persona que está soñando, sienta una serie de emociones perturbadoras Las reacciones más comunes a una pesadilla incluyen el miedo y la ansiedad. Las pesadillas pueden presentarse tanto en adultos como en niños y sus causas incluyen: El estrés, el miedo, los traumas, las dificultades emocionales, la enfermedad y el uso de ciertos medicamentos o drogas.
Los sueños pueden verse afectados en su contenido, por lo que pasa por nuestra mente justo antes de quedarnos dormidos. Diversas observaciones sugieren que los elementos de la vida cotidiana resurgen en imágenes durante la transición de la vigilia al sueño. Sigmund Freud sostenía que los recuerdos indeseables podían quedar reprimidos en la mente. Los sueños alivian esta represión al permitir que estos recuerdos se restablezcan. Dormir por lo tanto nos ayuda a olvidar recuerdos no deseados. Los periodos de sueño REM podrían contrarrestar la supresión voluntaria de recuerdos, haciéndolos más accesibles.
Diversos estudios han sugerido que la incorporación de recuerdos en los sueños se caracteriza por dos tipos de efectos: El efecto de residuo diurno, que implica la incorporación inmediata de eventos del día anterior y el efecto de retraso del sueño, que implica incorporaciones demoradas de hace aproximadamente una semana.
Se ha sugerido que procesar los recuerdos para incorporarlos a los sueños, tarda un ciclo de alrededor de 7 días y que estos procesos ayudan a promover las funciones de adaptación socioemocional y consolidación. La base de un sueño puede estar constituida por dos tipos de memoria: recuerdos autobiográficos o recuerdos duraderos sobre uno mismo y recuerdos episódicos, que son recuerdos sobre episodios o eventos específicos. Diversos estudios sugieren, que los recuerdos de experiencias personales se experimentan de forma fragmentaria y selectiva durante los sueños. El propósito podría ser integrar estos recuerdos en la memoria autobiográfica perdurable.
Durante el sueño, los dos hemisferios cerebrales parece que tienen distintos papeles, mientras que el hemisferio izquierdo parece proporcionar el origen de los
sueños, el hemisferio derecho proporciona la vivacidad, la representación de la realidad y el nivel de activación afectiva del sueño.
Una pregunta frecuente es: ¿Los sueños tienen algún significado? Son muchos los trabajos, intentado interpretar el significado de los sueños. Se ha planteado que sueños como una persona que esté en peligro, que se cae o es perseguida, están vinculados a conflictos interpersonales, es decir están relacionados con las relaciones de la persona. Otros sueños como vuelos, experiencias sexuales, encontrar dinero o comer, se han asociado con motivos sexuales y libidinosos. Un tercer grupo de sueños se ha relacionado con el miedo a ser avergonzado, como pueden ser estar desnudo, no superar una prueba, llegar tarde, perder los dientes o vestirse de forma inapropiada.
Otra pregunta frecuente es: ¿Pueden los sueños predecir el futuro? Algunos sueños pueden parecer que predicen eventos futuros, pero no hay evidencia suficiente para probarlo. En la mayoría de los casos, se trata de coincidencias, de un recuerdo falso o a que la mente inconscientemente se conecta con información que ya conoce.
(1) https://elescritor.es/opinion/el-sueno-por-daniel-boixeda/

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