Víctor León, autor de “Mar de flores”, nos cuenta más sobre su obra publicada con la editorial Círculo Rojo.

Cuéntanos un poco sobre tu trayectoria personal y cómo has vivido en diferentes lugares como Madrid, Torrijos y Salamanca. ¿Cómo crees que estas experiencias han influido en tu escritura y en la diversidad temática de tu poemario?
Desde muy joven empecé a trabajar, saltando de un trabajo a otro, desde Mantenimiento de edificios, hasta Botones en un hotel. Siempre he querido ganarme la vida, pero no sabía cómo. Mi continua inquietud hace que quiera seguir aprendiendo. Una parte de mí, que es nómada, no me ha dejado estar quieto en ningún sitio. Vivir en Madrid fue obligatorio, allí vivía mi familia. No se estaba mal, aunque notaba que me faltaba algo. A Torrijos me fui a vivir en busca de ese algo que sentía que me faltaba, por suerte tengo la familia de mi madre, y me acogieron con mucho gusto. Lo de Salamanca fue por estudios. Parte de ese algo que me faltaba era estudiar una carrera, por lo que, ya un poco mayor (socialmente hablando), decidí estudiar un grado, y al acabarlo, estudié un máster.
La influencia de estas tres ciudades en mi escritura es algo difusa. Si puedo reconocer que, en Madrid fue dónde tuve una profesora que sabía que lo mío era escribir y que me haría feliz, no me lo dijo nunca, pero con el tiempo lo entendí. En Torrijos, la influencia es familiar, muchas veces innecesaria, pero otras, no tanto. Y Salamanca…, Salamanca me hizo ver que no tengo que escribir encorsetado bajo tantas normas, mi anarquismo normativo me lo impide.
Aunque al principio no te gustaba mucho la lectura, ahora lees todos los días. ¿Qué fue lo que cambió en tu percepción hacia la lectura y cómo ha influido en tu proceso de escritura?
Sí, leo todos los días. No, no cambió mi percepción hacia la lectura, la lectura cambió mi percepción. Siempre he sabido que leer te abre muchas puertas, pero para leer hay que sentarse.
Entiendo que para escribir hay que leer, pero también vivir. Con la lectura aprendes todo lo necesario para formarte en el arte de la escritura, y vivir complementa lo que la lectura no puede darte. O viceversa, ¡no lo sé!
Has mencionado que “Mar de flores” es un poemario escrito con diferentes niveles de cariño debido a las circunstancias del día a día. ¿Cómo lograste canalizar esas emociones en tus poemas y cómo crees que esto se refleja en la obra?
Claro, como toda persona, no se puede estar siempre al máximo. El día a día me va diciendo cómo y de qué forma tengo que escribir. Las emociones las canalizo mientras escribo, así lo reflejo en la obra.
Este poemario fue escrito en diferentes partes del mundo, con influencias de lugares como Marruecos, Georgia, Países Bajos, Argentina y España. ¿Qué papel juegan estos lugares en la inspiración de tus poemas y cómo lograste plasmar esas influencias en tu escritura?
Todos juegan un papel muy importante. De todos me he llevado algo, y en todos he dejado otra cosa. Conocer gente, lugares desconocidos, idiomas diferentes, hacen que una persona se nutra, poco a poco, de diferentes culturas, con costumbres no siempre similares a la que aprendiste de niño.
La obra aborda temas como el amor, el odio, las relaciones sociales y personales, entre otros. ¿Qué te motivó a explorar estos temas en tu poesía y cómo los abordas de forma tanto explícita como implícita?
Lo que me motiva es la necesidad de exteriorizar emociones y sentimientos de forma no verbal. Además, teclear me tranquiliza, y si además se hace jugando con las palabras, queda todo a pedir de boca.

Mencionas que has utilizado un lenguaje sencillo y diferentes recursos literarios para embellecer la obra. ¿Qué tipo de recursos literarios has empleado en tus poemas y cómo crees que han enriquecido la experiencia de lectura?
Sí, mediante los recursos literarios, para mí, los poemas desprenden fuerza y belleza, también una musicalidad a la hora de su lectura. Además, algunos recursos literarios obligan a la utilización de la imaginación por parte de quien lee los poemas. No me gusta escribir solo para unos cuantos, me parece que con un lenguaje sencillo, quien quiera leerte, puede hacerlo.
Inicialmente, no tenías la intención de publicar “Mar de flores”, pero ahora ha salido a la luz. ¿Qué factores o momentos te llevaron a decidir compartir tu obra con el público y qué significado tiene para ti verla publicada?
Varias crisis existenciales me animaron a escribir, y la última a publicar. Desde pequeño soñaba con escribir un libro, por lo tanto, ver publicada esta obra no es fácil para mí, de echo todavía estoy asimilándolo. Lo que si puedo decir es que me traerá momentos cojonudos.
A lo largo de la escritura de este poemario, mencionas que obtuviste un aprendizaje en el arte de escribir. ¿Qué aprendizajes o descubrimientos específicos obtuviste durante el proceso de creación de “Mar de flores”?
Desde aprendizajes como, la capacidad que tenemos las personas para poder imaginar, hasta personales, que quien se propone algo, ya tiene un camino para recorrer.
¿Cómo ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo? ¿Qué aspectos valoras más en esta colaboración y qué te ha aportado en tu camino como escritora?
Si soy honesto, aplaudirles es lo único que puedo hacer. Ha sido un proceso sencillo y con cada profesional en su sitio. Es más, cuando termine otro libro, van a ser a la primera editorial a la que se lo mande.
“Mar de flores” ha abordado temas personales y sociales, y has expresado tu intención de seguir escribiendo, incluyendo poemas, novelas y teatro. ¿Nos puedes adelantar un poco sobre tus próximos proyectos literarios y qué podemos esperar de ellos?
Mira, lo que puedo adelantar es que tengo entre manos, bueno… entre teclas, una novela ya comenzada, también otro poemario a medio acabar, y una idea para escribir una obra de teatro.
Cada cual que se ponga sus expectativas.
¿Tienes alguna rutina o hábito particular al momento de escribir tus poemas? ¿Qué te motiva y te inspira a seguir creando nuevas piezas literarias?
Tengo la rutina de, al igual que leer, escribir todos los días. Son como dos medicinas que, si no las tomo, me pongo malo. El día a día, vivir, y dar de la mano a la muerte, estas también me hacen seguir escribiendo. También, me ayuda la música, a que las ideas aparezcan para poder plasmarlas en la hoja. Sobre todo, la clásica. No me podía olvidar del aburrimiento. Este estado, en el cual nos cuesta estar, es imprescindible para mí. En los momentos de aburrimiento es cuando salen las ideas que más me gustan.
Para finalizar, ¿qué mensaje o sensación esperas transmitir a tus lectores a través de “Mar de flores” y de tu escritura en general?
Como te decía, las expectativas que cada cual ponga las suyas. La única intención que tengo al escribir es encontrarme medianamente bien y entretener a quien quiera entretenerse.
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