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Una charla con Piedad González-Castell, que nos hablara sobre su obra “Lo que Pessoa no me contó en los extraños días de verano”, publicada con Círculo Rojo.

Una charla con Piedad González-Castell, que nos hablara sobre su obra “Lo que Pessoa no me contó en los extraños días de verano”, publicada con Círculo Rojo.

¿Cómo influyó la convivencia con poetas emblemáticos de Extremadura en tu desarrollo como poeta desde una edad tan temprana?

De forma definitiva. En síntesis, os diré que, los poetas de la región, celebraban en Mérida. cada 21 de marzo, las míticas Fiestas de la Poesía. Un año, ya manifiesta en mi padre, el poeta Rafael González Castell, la enfermedad de Alzheimer, los organizadores, nos invitaron a mi hermana Laly González-Castell y a mí, a ocupar su ausencia: ya sonaban nuestros nombres en prensa y radio, pero aquel recital nos instaló en los ámbitos literarios a otra escala. O sea, como seres adultos. Mi edad era 14 años y mi hermana cuatro años mayor.

Habiendo incursionado en diversos géneros literarios, desde ensayos hasta poesía erótica, ¿cómo decides el tono y el estilo para cada obra?

Yo no decido. Deciden mis obras. Ella son autónomas. Los ensayos o biografías, las novelas o los versos nacientes, místicos o eróticos que brotan inesperadamente…, cada obra tiene su carácter. Yo soy mero vehículo que utilizan para convertirse en palabras. Las obras existen en mí antes de que yo las escriba, por eso nacen adultas y con voluntad propia. 

Os voy a contar una anécdota cualquiera: “un día en misa, en el momento de la consagración, sentí un gran arrobo que me obligó a salir de la iglesia y buscar en el bolso para escribir, los que supuse versos poderosamente místicos, que me zarandeaban convulsivamente, y allí, en el pórtico de la iglesia y en un clínex, parí el soneto más erótico de todo mi repertorio. Volví a entrar en la iglesia para continuar la misa, todo había transcurrido en cinco minutos y el soneto estaba terminado, no precisó mover ni una coma”.

Tu última novela, “Lo que Pessoa no me contó en los extraños días del verano”, surge de investigaciones sobre las nuevas tecnologías. ¿Cómo fue el proceso de transformar esa investigación en una novela de ficción y autoayuda?

A la ficción: Cuando conocí ese submundo o “sobremundo”, me dolió. Me dejó tanta impregnación, que necesitaba sacármelo de la cabeza y del corazón y, en esa coordenada se fue fabulando para que no doliera. A la autoayuda, nacen de mi formación teológica y de ayuda social realizada en distintos voluntariados a lo largo de mi vida. Ambos sentimientos se entendieron entre sí para estructurarse respetando sus distintos campos. Algo así sería… la tuve varios años “sepultada”.

Al abordar las incidencias de las nuevas tecnologías en la sociedad y las relaciones, ¿qué mensaje esperas transmitir a los lectores?

Que estos sistemas tecnológicos creados con buenos propósitos y para facilitar el trabajo, el estudio, las relaciones sociales, también pueden conllevar dependencia y transformación de la conducta; que son muy peligrosos cuando se toman como juego, porque terceras personas quedan heridas, se rompen familias, parejas y, hasta los propios principios morales, salen dañados.

Tu formación en Teología y tu voluntariado en el Teléfono de la Esperanza sugieren una conexión profunda con aspectos espirituales y emocionales. ¿Cómo influyen estas experiencias en tu escritura?

Directamente, sin preámbulo ni preparación. Cuando son poesías, siento que algo me rebosa y rebasa con apremio, entonces tengo que escribir, no sé exactamente qué ni cómo va a empezar, seguir o terminar, sólo cojo la pluma y como si tirase de un hilo o de una vena, escribo de corrido la pieza poética hasta el final. Con el Teléfono de la Esperanza escribí El Silencio y la Palabra libro de versos humanistas con el que quedé finalista del Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística. Era mucho dolor para cubrirlo con empatía, necesitaba las pinzas de mis versos para sacar las espinas que sentía en mis manos, como si hubiera cogido la cruz de quien llamaba.

Piedad posando en un evento de ONDA CERO para Elescritor.es.

Eres parte de diversas asociaciones culturales, como el Ateneo de Madrid y la Asociación Española de Escritores y Artistas de Madrid. ¿Cómo contribuyen estas asociaciones a tu crecimiento como escritora?

Siempre estas asociaciones son enriquecedoras porque nos relacionamos los escritores en sus salas en tertulias y, dónde conversamos y discutimos “de lo divino y lo humano,” como normalmente decimos.  En mi caso, llego a ellas siendo ya escritora, dada mi larga trayectoria, para dar mis recitales poéticos musicales, combinando versos de varios poemarios míos; o conferencias sobre personajes importantes, como Timoteo Pérez Rubio, salvador del Museo del Prado cuando la guerra civil, María Ángeles de Armas, nominada al Premio Príncipe de Asturias, Pedro de Lorenzo Finalista del Premio Planeta, Francisco Lebrato Fuentes Humanista y promotor cultural y otros personajes de las Letras y las Artes de Extremadura o, simplemente, presentando mis libros.

¿Cómo ha sido tu experiencia al ser parte de antologías poéticas y tener tus versos publicados en diferentes medios, tanto regionales como nacionales?

Es un hecho que he vivido como natural, puesto que he crecido sabiendo que, tanto mi padre, Rafael González Castell, como mi hermana Laly González-Castell, tienen sus poesías publicadas en Las Mil Mejores Poesías de la Lengua Castellana y en otras antologías nacionales. Yo comencé a publicar y recitar, tan pequeña, que me parecía lo normal, lo cotidiano. 

La autora posando con su obra junto a una estatua de Pessoa.

En “Lo que Pessoa no me contó en los extraños días del verano”, los personajes recorren Lisboa reviviendo recuerdos. ¿Cómo elegiste esta ciudad como telón de fondo y qué importancia tiene para la historia?

Lisboa para mí significa amor. Amor y embeleso recorriendo sus siete colinas con sus inimaginables calles y, A Baixa, con sus increíbles avenidas bordadas en piedras que lloran saudade, teniendo como epicentro hacia todas las direcciones El Largo de Chiado dónde, en la terraza de A Brasileira, la escultura en bronce del poeta Fernando Pessoa, nos invita a sentarnos con él en la silla vacía de su velador. En esa escultura se centra y concentra toda la historia de amor de la novela. Sólo Pessoa conoce el secreto de Candela.

El libro se desarrolla en tres horas litúrgicas con diferencias narrativas. ¿Cómo surgió la idea de estructurar la novela de esta manera y qué desafíos enfrentaste al hacerlo?

Supongo que, las horas, por mi formación teológica, puesto que son tres tipos de relatos que marcan horas diferentes, pero con idéntico corte y prácticamente de idéntica duración, proyectándose en cada día de la semana, que dura el viaje de los tres protagonistas de la novela. Un dato novedoso de esta novela es, que puede leerse en continuidad cada hora litúrgica, resultando tres relatos cortos, independientes, interconectados por los personajes.

En cuanto al desafío, como antes he explicado, mis libros surgen desde un sentimiento, no me piden permiso para crearse. Están. Están en mí. Con quien he tenido que luchar ha sido contra la protagonista que, en su autonomía, hacía y decía escenas que yo no autorizaba, por lo cual, he tenido cerrado el manuscrito hasta que ha recapacitado; esta lucha ha retrasado, incluso años, la publicación. 

Piedad en los Premios Reina Sofía 2022.

La interacción con Instagram y la creación del Museo de Candela añaden una capa multimedia a la novela. ¿Cómo surgió la idea de incorporar estas plataformas y qué impacto esperas que tengan en la experiencia del lector?

Mis protagonistas y yo esperamos que os parezca atractiva la lectura sabiendo que vais a participar en cada momento, de los caprichos de Candela que, sus dos amigos Salvador y Marcial, accedieron a fotografiar todo aquello que le traía el recuerdo de Jorge. Y con humor lo llamaron el Museo de Candela.  Instagram es el lugar perfecto para exhibirlos. 

Finalmente: ¿Qué tal ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo? ¿Cómo crees que esta colaboración ha influido en la recepción de tu obra por parte del público?

A esta pregunta la respuesta es inmediata: Ya tengo dos obras nuevas que enviaré a la Editorial Círculo Rojo, para su publicación.

Y, en este momento, a vosotros, daros las gracias, por haberme invitado a esta charla tan agradable. Ha sido un placer conoceros personalmente.


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