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Una charla con Antonio Balagueró, que nos cuenta todo sobre su obra publicada con Círculo Rojo.

Una charla con Antonio Balagueró, que nos cuenta todo sobre su obra publicada con Círculo Rojo.
  • ¿Cómo fue el proceso de colaboración con Jordi Estadella para escribir “Mis recuerdos, mi vida, la terraza MARTINI”?

Yo ya conocía a Jordi en mi vida profesional por habernos encontrado varias veces en la entrega de premios que realizábamos a los campeones del concurso de coctelería patrocinado por Martini-Rossi a nivel nacional. Yo le propuse que se integrara al jurado que era el encargado de escoger al campeón de España de coctelería.

Al cabo de unos años contactó conmigo para proponerme la posibilidad de escribir un libro sobre los años dorados del máximo esplendor y las vivencias que hubo en la Terraza Martini. La colaboración no llegó a producirse por su fallecimiento en 2010.

  • Al mencionar la época de la dictadura franquista, ¿cómo influyó este contexto en tus experiencias y vivencias que relatas en el libro?

En la época de la dictadura franquista, la juventud de esta época, vivíamos el día a día sin apenas libertades y como sociedad éramos de las más atrasadas de Europa. Las mujeres no estaban nada valoradas, pero sí sobreprotegidas, sin libertades. 

Todavía me acuerdo de los comentarios que nos llegaban a España a través de Francia que se había explicado una película erótica que se llamaba “El último tango en París” siendo su principal protagonista Marlon Brando. Cuando se estrenó en Perpignan, los sábados y domingos de la época, nos desplazábamos en coche multitud de personas para poder verla. 

  • Hablas de la importancia de la compañía Martini Rossi en tu obra. ¿Cómo influyó esta marca en tu vida y en la sociedad de esa época?

Tuve la suerte de poder entrar a trabajar en Martini Rossi a la edad de 22 años. Era la época de los 70-80. Ya en aquel momento era una de las compañías más importantes del mundo en la venta de licores. 

Estoy muy orgulloso de haber trabajado gran parte de mi vida en Martini, me dieron la oportunidad de desarrollar mi carrera profesional, consiguiendo grandes éxitos a nivel personal. 

Creamos a través de los anuncios publicitarios una forma de vida de lujo para tomar un Martini. La mayoría de la gente no podía vivir de lujos, pero sí tenía dinero para pedir un Martini. Y sentirse de algún modo como la gente que salía en los anuncios. 

Hay dos anuncios publicitarios que llegaron a impactar a la gente de todo el mundo, que fueron: el anuncio del chico Martini que se pasaba el dedo pulgar por los labios y el de la patinadora Martini que fue rodado en la ciudad de Los Ángeles y que mostraba las distintas formas de servir el Martini en distintos lugares. 

  • La sinopsis menciona que el libro aborda experiencias personales, como la violación que sufriste a los 14 años. ¿Por qué decidiste incluir este tema en tu obra y qué impacto esperas que tenga en los lectores?

Después de mucho pensar, me decidí a escribir un apartado negativo de mi vida referente a una violación que sufrí por parte de una íntima amiga de mi madre la cual tenía 40 años y yo 14. 

Es muy importante que los lectores sepan que en los años 60 ya existían las violaciones y no sólo por parte de las chicas si no también por parte de los chicos como es mi caso. Era una época en la que los niños y niñas por miedo nos callábamos todas las violaciones que algunos sufrían. En mi caso, la señora que me violó no fue sólo una vez si no varias y me insistía una y otra vez que no dijera nada a nadie ni a mis padres que era un secreto entre ella y yo. Lo que me pasó me dejó traumatizado durante algún tiempo, por vivir una experiencia que no me tocaba vivir por mi edad. 

  • ¿Cuál fue el mayor desafío al retomar tus apuntes y escribir el libro en el 2013? ¿Cómo fue revivir esos recuerdos después de tantos años?

Después de la muerte de Jordi Estadella, quedaron todos los apuntes en un cajón de mi despacho y después de algunos años, me vino a la memoria que debía retomar mis apuntes y todas mis anécdotas para que mis lectores pudieran conocer a través de la lectura una época ya pasada de la posguerra como se vivía en los años sesenta. La verdad que al ir escribiendo mi libro, poco a poco, me venían mis recuerdos que viví en los mejores años de mi vida. La infancia, la juventud, hasta llegar a mi época profesional. 

Obra de Antonio Balagueró Reixachs.
  • Hablas sobre tu trabajo en el bar Blau y la influencia en tu futuro. ¿Cómo contribuyó esa experiencia a tu crecimiento personal y profesional?

Mi experiencia vivida en el bar Blau de los 17 a los 19 años, fue como vivir un master de la vida. De lo bueno y de lo malo. Era un chico que sabía muy poco de la vida y al empezar a trabajar en el bar y empezar a servir a todo tipo de clientela. La mayoría de ellos tenían su propio mundo que cada uno vivía como quería o como podía. 

La clientela que pasaba por el bar era variopinta. En aquellos años llegué a conocer a asesinos, prostitutas, homosexuales, ladrones, gente que traficaba con droga, experiencias amorosas con chicas que venían a buscarte para que pudieras vivir experiencias sexuales con ellas. Todas la vivencias me llegaron a formar para el futuro de mi vida. Lo que debía hacer y lo que no.

  • En el libro, mencionas tus encuentros con personajes famosos de los años 70 y 80. ¿Puedes compartir alguna anécdota memorable con alguno de ellos?

En los tiempos de la terraza Martini, de las conversaciones mantenidas con varios famosos voy a destacar la más importante.

Xavier Cugat, un catalán internacional conocido mundialmente como el rey de la rumba. En una de las muchas conversaciones que tuvimos, me explicó una anécdota de cómo conoció al gran cantante Frank Sinatra y de como surgió la amistad que los unió toda la vida.

Se conocieron cuando Cugat actuaba con su orquesta en Broadway. En una de sus actuaciones le presentaron a un jovencito de 17 años llamado Frank Sinatra. Él se presentó como un cantante que buscaba una oportunidad. Al terminar la conversación, Cugat decidió hacerle una prueba de voz y al final de la prueba a Cugat le encantó su voz brindándole la oportunidad de realizar su primera grabación discográfica por la que ganó 25$.

El autor posando con Carlos Sainz en una foto de recuerdo.
  • Exploras la importancia de las discotecas y coctelerías de la época. ¿Cómo crees que estos lugares influenciaron la cultura y las relaciones sociales en aquel entonces?

En mi juventud, me acuerdo que con 16 años habían salones de baile que frecuentábamos los domingos por la tarde con los amigos. Cuando entrábamos, lo primero que nos llamaba la atención era ver todas las chicas sentadas en las mesas tomándose una bebida esperando que algún chico la sacara a bailar. Para los chicos era todo un problema el tener que ir a sacarlas a bailar y que te dijeran que no. Te morías de vergüenza. 

Posteriormente, la apertura de las discotecas cambió por completo la forma de contactar con las chicas. Cuando entrábamos seguían las chicas sentadas en las mesas, pero muchas de ellas ya se ponían a bailar solas en la pista y esto facilitaba que lo chicos pudieran entablar conversación con ellas sin pasar vergüenza. 

En el apartado de las coctelerías, nos encontramos que era una nueva forma de nuevos locales en el que tomar bebidas más sofisticadas como cócteles y combinados que en el resto de locales no podías consumir. 

En estos locales destacaba un ambiente especial, refinado, que era los más exclusivo del momento. 

  • El servicio militar es otro aspecto que abordas en tu libro. ¿Cómo impactó esa experiencia en tu perspectiva de la vida y en tus valores personales?

En nuestra época, cuando se acercaba la edad en el que tenías que cumplir el servicio militar, se creaban uno comentarios alrededor de la gente que te decían “¡te irá bien! ¡te harás un hombre! Y cuando vuelvas vendrás hecho todo un hombre”. La verdad, que estar separado durante 18 meses de tu familia y amigos te afectaba, ya que todo dependía de ti y no tenías en quien apoyarte. 

Las reglas que regían para los militares, primero en el campamento y luego en el cuartel correspondiente, eran muy duras. Había mucha gente a quien afectaba vivir la vida militar. 

En aquella época resaltar que había mucha gente analfabeta que gracias a su paso por el régimen militar, al licenciarse, podían optar a una vida mejor a la que podían acceder cuando entraron. 

  • Finalmente, ¿qué tal ha sido tu experiencia publicando “Mis recuerdos, mi vida, la terraza MARTINI” con la editorial Círculo Rojo?

La verdad es que cuando ya estaba terminando de escribir el libro, me pasaron muchas cosas por la cabeza, como ¿qué hago para publicar mi libro? No me conoce nadie. Por suerte conocí a dos escritoras amigas que me aconsejaron enviar el manuscrito a varias editoriales y que si a alguna de ellas le interesaba, se pondría en contacto conmigo. Pero el poder publicar era un tema muy difícil de realizar. No era una persona conocida lo cual dificultaba poder editar. 

Mi amigo Ramoncín me habló muy bien de la editorial Circulo Rojo y contacté con ellos. A partir de aquel momento me indicaron el camino a seguir hasta llegar al final del trayecto, haciendo realidad la publicación de mi libro. 


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