Priscila Oms, nos desvela los secretos de su segundo libro publicado, “Doscientos ochenta”
Para quien no te conozca, ¿quién es Priscila Oms?
¿Quién es Priscila Oms? A mí también me gustaría saberlo… Supongo que por eso escribo y bailo y me refugio y me muestro y amanezco y atardezco y nostálgico el pasado y siento el presente e imagino el futuro con más ganas que miedo, o viceversa.
Pero puestos a presentarme… Me dediqué al Interiorismo y gestión de obras y en un momento de explosión física y psíquica lo dejé de lado y me centré en la danza; aprendiendo, creando, interpretando… La mayoría de las veces bailo lo que tengo dentro, otras tantas lo escribo, según el tiempo que me deje libre mi bebé.
¿En qué momento te sale tu vena escritora?
Escribir para mí lo hago desde bien pequeña. La poesía siempre me ha acompañado de una forma u otra. Aunque hace unos ocho o diez años que forma parte de mi día a día.
¿Cuántos libros has publicado desde entonces?
He publicado dos libros. El primero “Las nubes nunca llueven solas” (ed. Cronos) en 2019. Y el segundo, Doscientos ochenta (Ed. Círculo Rojo), que acaba de salir a la venta el pasado octubre.
¿Qué es lo que más destacarías de cada una de ellas?
Las nubes nunca llueven solas es la autopsia emocional de un ciclo meteorológico interno que siempre se repite, queramos o no. Es la montaña rusa sin protección a la que todos subimos esperando que no llueva.
Doscientos ochenta es una historia que empieza con un dedo desnudo y acaba con un corazón desabrigado. Es una demostración escrita de que la tristeza, como la energía, ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Que vivirla forma parte del reencuentro y, ¿qué mejor reencuentro que el propio?
Hablemos de tu obra más reciente. ¿Cómo nace la idea de escribirla?
La idea de publicarlo nació después de darme cuenta de que tenía un libro escrito, sin haber tenido la idea de escribirlo. Por eso quizá tiene tanta importancia la historia, aunque sea poesía.
¿Qué pretendes conseguir en el lector con su lectura?
Darle espacio para entrar en lo más oscuro, y dejar que lo atraviese para salir con más fuerza y para gritarse hacia dentro que todo lo vivido nos ha llevado donde estamos ahora. Que el presente es un regalo y que la tristeza va cogiendo formas diferentes y es importante escucharla cuando llega, darle espacio para poder abarcar el ahora con brazos abiertos.
¿Eres un escritor ambicioso de los que quiere llegar lejos, o te conformas con escribir lo que quieres y publicar a tu ritmo, con diferencia del éxito que puedas conseguir?
Escribo por necesidad emocional, no con un objetivo numérico de ventas. Me interesa la idea de poder llegar al lector y que se pueda ver reflejado, así como yo me encuentro en muchos textos que leo. Al fin y al cabo, todos somos recipientes de emociones y ponerle palabras siempre ayuda a descubrirse. Y si son muchos lectores, mejor, claro está.
¿Hay algún consejo que puedas dar a los que ahora están escribiendo algo con la idea de publicarlo algún día?
Que escriban desde la verdad y no con la idea de complacer al lector. Huir de las frases que la gente quiere escuchar y empezar a escucharse a sí mismos.
¿Cuál ha sido tu experiencia publicando con la Editorial Círculo Rojo?
Maravillosa. Me he sentido escuchada y valorada en cada momento. Cada duda ha sido aconsejada y he sentido que me llevaban de la mano desde el principio.
¿Qué autores te han inspirado más a la hora de escribir?
Me inspiran las mujeres de mi vida, mi propio mundo –caótico, incomprendido y desbordante, a veces–. Como autores que me inspiran y admiro diría Elvira Sastre, Prévert, Benedetti, Rupi Kaur, Salinas, Neruda, Bécquer …
¿Dónde se pueden conseguir tus libros?
De momento, a través de mi página web priscilaoms.com, donde además de los libros se pueden comprar ilustraciones de poesía visual entre otros productos.
Se pueden pedir bajo demanda en casi todas las librerías, pero estoy trabajando en ello para que en un futuro que se puedan adquirir en puntos de venta físicos.
Para terminar, ¿nos recomiendas alguna lectura?
De poesía, siempre me enamora cualquier libro de Elvira Sastre (Adiós al frío es uno de mis favoritos) o Todo lo que necesito existe ya en mí de Rupi Kaur.
Y en otro registro totalmente diferente: Sa vie dans les yeux d’une puppée (Ojos de muñeca) de Ingrid Desjours o Robe de mariée (Vestido de novia) de Pierre LeMaitre. Dos thrillers imprescindibles.
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