La poeta Isa Suárez nos habla de «82 cicatrices», su último poemario
Para quién no te conozca, ¿quién es Isa Suárez?
Bueno, pues para quien no me conozca, Isa Suárez es un popurrí de personas metidas en un mismo cuerpo. Soy esa persona que puede ser la persona más seria del mundo cuando hace falta y luego te salta con la mayor gilipollez del planeta. Pero muy real, siempre me dicen que se me nota todo en la cara. Menos cuando estoy trabajando, trabajar de cara al público debería convalidar media carrera de teatro por lo menos… 🤣
¿Cómo nace tu vena artística?
Siempre he tenido mucho amor por el arte en todos sus sentidos, en general, y por la literatura en particular. De niña me castigaban más veces sin leer que sin salir, porque no podía parar, además leía todo lo que caía en mis manos, ya fuera el best seller del momento o un texto más denso. También me ha gustado muchísimo toda la vida la música y el baile, uno de mis mayores sueños era ser patinadora artística. Así que lo de escribir simplemente fue un desarrollo natural de los acontecimientos, no podía no escribir porque necesitaba expresarme. Tomar la decisión de dedicarme a la escritura, ya algo más crecida, fue la necesidad de devolver todo lo que el arte me había dado y me sigue dando durante toda mi vida.
¿Cuántos libros has publicado ya?
De momento, solo “82 cicatrices”, pero veremos qué pasa en los próximos meses, que vienen proyectos muy bonitos.
¿Qué es lo que más destacarías de “82 cicatrices”?
Es un libro para sanar. Tiene mucho dolor dentro, pero también muchas ganas de salir de ese dolor. Siempre escribo y me gusta ordenar los textos cronológicamente, porque creo que es la linealidad que va más conmigo y mi persona. El libro en sí mismo es una evolución y se ve, los últimos poemas tienen un punto mucho más dulce y gamberro que los primeros, que son más duros.
¿Cuánto tiempo te ha llevado escribirlo?
Pues tardé aproximadamente tres años y medio en escribirlo, pero también porque empecé sin saber que realmente iba a escribir un poemario. Los poemas iban apareciendo, en un folio amarillo pollito de hecho, y, cuando ya llevaba como tres o cuatro folios así, con poemas apretujados por todos sitios, me dije: Igual es momento de hacer algo con esto. Ahí fue cuando apareció la idea del libro. Y aún tardé dos años más en publicarlo desde que lo terminé.
Nos consta que también has abierto recientemente micro abierto en un local del famoso barrio madrileño Malasaña, ¿puede ser?
Pues sí, llevamos desde el martes 13 de abril, tentando mucho a la suerte. Y la verdad es que tanto yo, como Pablo, el dueño del bar, estamos flipando con la acogida que estamos teniendo, tenemos sold out cada semana y hemos tenido que sacar un segundo día, a partir del domingo 19 de septiembre, porque no dábamos abasto.
¿Qué opinas de la sociedad actual para el trabajo del escritor?
Creo que hoy en día tenemos muchos más medios para desarrollarnos como autores, pero veo que también hay muchísimo intrusismo, que cualquier persona que se abra una cuenta de Instagram o similar y suba frases ya es escritor, pero luego no saben ni las normas básicas de ortografía y revisión. Veo textos subidos que tienen faltas gravísimas, sin meterme siquiera en estilo o calidad de textos, pero como filóloga me frustra un poco ver ciertos “influencers” que se consideran escritores y no cuidan nada el contenido que suben. Y me da pena que eso sea lo que está influyendo en las generaciones que vienen ahora, lo que vende y lo que llama la atención es el sexo básico y directo, el romanticismo de papel mojado y el drama fácil, sin meternos a profundizar en otras cosas. Por supuesto, no todos los autores son así y hay escritores maravillosos en esta generación, pero no siempre son tan conocidos o tienen tanto éxito.
¿Qué consejo te gustaría darle como escritor a tu yo de hace unos años?
Realmente el consejo que me daría sería el mismo que me dio Rothfuss en la firma de libros en Madrid, que le dije que quería ser escritora y me dijo: “Sigue escribiendo, siempre sigue escribiendo, cuando creas que no puedas más, sigue escribiendo.” Eso y que cagarla a veces es muy bueno porque se aprenden muchas cosas y se pone atención en los detalles.
¿Qué autores te han inspirado más a la hora de escribir?
Pues la verdad es que he leído muchísimos autores diferentes, pero si tuviera que quedarme con alguno, sin ninguna duda, elegiría a Bécquer, él es el lugar al que siempre vuelvo cuando algo no va bien. A rasgos generales también podría decir Poe, Zafón, Huxley o Diego Ojeda, entre otros.
¿Dónde se puede conseguir tu libro?
La mejor opción es escribirme a mí a través de RRSS o pedirlo por Amazon, porque los envíos los hago yo directamente. También se puede encontrar en alguna otra plataforma como Casa del Libro o por la editorial, pero eso ya es un poco más complicado, porque la editorial no tiene muchos ejemplares y me los tienen que pedir a mí igualmente.
¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?
Ahora mismo estoy preparando un curso sobre mundo editorial, que saldrá, espero, a principios de octubre, para empezar a finales de octubre, principios de noviembre, sobre cómo publicar, todas las cosas que hay que tener en cuenta, desde mi experiencia. Se llama “Todo lo que no hay que hacer cuando publicas un libro”, que es básicamente todo lo que yo hice hace dos años, porque no tenía ni idea de cómo funcionaba este mundillo 🤣
Para terminar, ¿nos recomiendas alguna lectura?
Ufff… Recomendar solo una se me hace muy complicado, pero si hay un libro que siempre, esté donde esté, recomiendo es Un mundo feliz de Aldous Huxley, sin duda es uno de mis libros favoritos y de los que más me ha hecho pensar, que he releído como cinco o seis veces y siempre saco algo nuevo.
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