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Hablamos con el autor de “Diario de un descontento”, Fernando García Pierres, obra publicada con Círculo Rojo.

Hablamos con el autor de “Diario de un descontento”, Fernando García Pierres, obra publicada con Círculo Rojo.
  • ¿Cómo influyó tu experiencia en el movimiento juvenil de los años setenta en la creación de “Diario de un descontento”? 

Dada la distancia temporal que hay entre uno y otro acontecimiento es difícil valorar, ya que distan casi medio siglo, que se dice pronto. Las circunstancias de entonces y ahora son muy diferentes pues en aquel momento yo creo que era de mayor efervescencia social que ahora. No obstante, es en la propia idiosincrasia de la persona donde quedan los posos del tiempo, y supongo que haber participado en una experiencia de dinámica social y en un barrio tan reivindicativo, lo que hizo fue forjar una conciencia social que permite apreciar movimientos sociales en cualquier época, y está claro que cualquier experiencia intensa deja una influencia imborrable.

  • Dado tu background en filosofía y educación, ¿cómo abordas la conexión entre la filosofía y los eventos sociales que abordas en tu obra? 

Pues yo creo que en realidad hay más historia social que filosofía, e incluso más educación. Mi formación es filosófica, pero mi praxis es histórica y pedagógica, de ahí que al final haya una arquitectura inicial en el libro que es cronológica, si bien es verdad que de vez en cuando hay recursos a la filosofía cuando se trata de ilustrar algún tema, como el de la violencia, los modelos de sociedad, el descontento social, la relación entre economía y naturaleza, la desigualdad, el malestar social, pero no hay un análisis filosófico a fondo, aunque es verdad que el fondo del libro tiene cierto trasfondo moral cuando se propone un modelo de sociedad basado en la cooperación y en la defensa de los bienes comunes, y sin duda, aparece siempre el tema de la educación, como por ejemplo cuando se reclama una mejor educación sexual y afectiva desde todos los ámbitos, la escuela, la familia, los medios de comunicación, tan necesaria en un momento de agresiones sexuales en grupo de hombres hacia mujeres. Quizás hay más conexión con el área de las humanidades en general que con la filosofía y por eso surgen temas relacionados con la sociología, la historia, la moral, la economía.

  • Habiendo vivido en Vallekas durante toda tu vida, ¿cómo ha influido este entorno en tu perspectiva y en la narrativa del libro? 

En la primera pregunta ya hay indicios de respuesta a la pregunta, pues el entorno siempre marca y más en las etapas de consolidación como la adolescencia y la juventud. Es entonces cuando se forja la identidad más sólida y a veces ya es imposible modificarla, si bien vivimos en tiempos de mucha fluidez y nada es para siempre. Haber crecido en un barrio casi  autoconstruido por los propios habitantes de la nada es algo que no se puede olvidar, pues aunque había ya casas construidas en el Puente Vallecas y el la Villa de Vallecas, y también se construyeron muchas colonias sindicales, se puede decir que todo el espacio intermedio entre esos dos núcleos y desde la carretera de Valencia hasta Entrevías fue construido por los propios vecinos y eran casas bajas, chabolas en muchos casos, sin agua, sin luz, sin alcantarillas, sin centros de salud, sin colegios, con mucha pobreza pero con muchas ganas de salir adelante, y donde se desarrollaron muchas iniciativas para organizar a los vecinos e ir mejorando su forma de vida. En Vallekas, como en otros barrios periféricos de Madrid se asentaron miles de inmigrantes venidos de las provincias limítrofes con la gran capital e incluso de otras más lejanas, y allí nos conocimos y convivimos gentes de toda España en condiciones muy difíciles que dejaron una honda huella, porque allí surgieron los curas obreros organizando en torno a las parroquias grupos de acción, o se afianzaron organizaciones políticas como el Partico Comunista de España, el MC, la ORT, el PCr, la LCR, el FRAP, que dinamizaron los barrios y organizaron a sus vecinos. Cuando llego el momento de la gran remodelación del barrio, las movilizaciones fueron permanentes y gracias a ello se impidió que se produjera un pelotazo urbanístico, el llamado Plan Parcial, que consistía en expulsar a los vecinos de sus casas y construir por iniciativa privada. El Plan de remodelación permitió alojar a los vecinos en el barrio en vivienda nueva y con facilidades de pago a base de créditos baratos. En ese contexto los jóvenes del barrio empezamos a crear Asociaciones que también participaron en todo ese proceso, y al mismo tiempo nos movíamos en los Institutos de enseñanza media movilizándonos contra la selectividad o para mejorar los recursos de los centros. Como veis esto es tan solo unas pinceladas de lo que ocurría en estos barrios que no solo era Vallekas, también era Villaverde, Orcasitas, Carabanchel. En fin, un entorno bastante duro pero estimulante.

  • En “Diario de un descontento” se mencionan las mareas sociales y el movimiento 15M. ¿Cómo crees que estos eventos han impactado en la sociedad española y en tu propia vida? 

En el Diario de un descontento (DDD) se establece una relación clara entre el 15 M y las mareas sociales, y por otro lado, éstos son movimientos sociales que tienen unos precedentes y tendrán unas consecuencias. El movimiento asociativo en España viene de la etapa de lucha antifranquista que se desarrolla durante los años sesenta y setenta, con el movimiento vecinal, el movimiento estudiantil y el movimiento obrero, cuyo punto álgido fue mayo del 68 y en España la última etapa del franquismo entre 1970-75. Luego vienen los años de la transición, de mucha actividad política por arriba, negociaciones, aunque también de negociaciones colectivas obreras, después hay una especie de declive en los ochenta, y en los noventa se vuelve a recuperar a través del movimiento antiglobalización, los movimientos ecologistas y el movimiento feminista. Al comenzar el s. XXI, se producen varios giros de guion, un primero con los atentados del 11S, el 11M y otros, parece que nos movemos en otras coordenadas, al tiempo que se acelera la revolución tecnológica casi sin darnos cuenta. La crisis de 2008 fue un segundo cambio de guion que introduce cambios en un mundo globalizado y nos tenemos que adaptar. La crisis de 2008 nos trae recuerdos del crack del 29, aunque en este caso ningún inversor se tiró por las ventanas de los edificios de Wall Street, ni de las cuatro torres en la Castellana. Como el momento era de hegemonía para el neoliberalismo se aplicaron políticas de recortes muy duras siguiendo el manual de la escuela de Chicago, es decir, apretarse el cinturón, despidos, ajustes presupuestarios, reducción de salarios, etc. Todo ello también desata una serie de protestas generalizadas en el mundo, que por otro lado ya existían como pone en evidencia el estudio World Protest 2006-2013, y eses estado de malestar ya venía de antaño con el movimiento de globalización diciendo que “otro mundo es posible”. Hasta ahora, con la renuncia a la libertad casi obligada en aras de la seguridad debido a la lucha antiterrorista, los movimientos sociales habían estado amordazados, pero vuelven a resurgir por el estado de shock que provoca la recesión de 2008. El movimiento 15 M surge en este contexto internacional y además en un momento en el que en España nuevas generaciones de jóvenes constituyen ya el 40% de la población. Entre 2010 y 2015 se produce en España un relevo generacional que marcará la época, a este cambio lo llama Oriol Bartomeus, “el terremoto silencioso”, y Jaime Miquel habla de “los ciudadanos nuevos” que ya no se dejan engañar por el discurso dominante. Son jóvenes urbanos y muy descontentos, desafectos con la democracia, que han decidido salir a la calle para protestar y pedir un cambio político y social, y efectivamente en 2015 se produce un cambio de ciclo político que altera todo el panorama respecto a lo anterior, y además alentaron todo un conjunto de movilizaciones sociales como son las mareas, que pienso se hubieran producido incluso sin el 15M, pero no con la misma intensidad. Por eso el 15 M es tan importante, porque confluyen una serie de circunstancias internacionales, nacionales, económicas, sociales, tecnológicas, demográficas, que impulsan ese cambio. Y esto impacta en toda la sociedad española y en todas nuestras vidas. Creo que fueron unos años que, en España, al ser historia reciente, todavía no se han evaluado, pero dejará mucha literatura y muchas historias personales, lo que ocurre es que, al vivir tan apegados al presente, y un presente además intenso pues eso impide pensar sobre ello. Pensemos en los años que vienen después, cuatro años agotadores de votaciones sucesivas en España, luego una pandemia y nueva crisis y ahora las guerras, de Ucrania, de Palestina e Israel, y el machaque continuo con que estamos al borde del abismo, con la amnistía, que si los gobiernos no se qué y no se cuánto. Para el ciudadano medio es un mareo y lo que quiere es que le dejen vivir. La vida política tiene una gran influencia sobre la vida de los ciudadanos, pero la jaula de grillos que se vive por las alturas tiene poco que ver con lo que se vive en la calle, aunque la calle se calienta de vez en cuando.

  • La obra aborda momentos críticos en la historia reciente, como la crisis financiera de 2008 y la pandemia de 2020. ¿Cómo decides qué eventos incluir y cómo los abordas desde la ficción? 

En realidad, ya he contestado en parte con la respuesta anterior. Aclarar que sería impensable hablar de las dos primeras décadas del s. XXI y no citar esos acontecimientos tan determinantes como la recesión de 2008 y la pandemia de 2020 y la crisis económica subsiguiente. A mí ya me habían interpelado los hechos en 2001 porque a partir de los atentados del 11S comencé un diario que se prolongó durante más de dos décadas y que fueron la base de datos del DDD. Lo que pasa que con el tiempo la perspectiva va cambiando al añadirse nuevos hechos, datos y lecturas. Son los hechos los que tienen relevancia y los que se señalan por sí mismos, si bien no todos los hechos porque es verdad que hay una selección, hay una sucesión que relacionan unos hechos con otros, se relaciona la historia, la economía, la sociedad, la demografía, las experiencias personales, y desde luego no hay nada de ficción en su abordaje. Hay una experiencia personal en todo lo relatado, no hay invención sino interpretación. Otro asunto es que no se esté de acuerdo con tal interpretación.

  • Después de casi tres décadas como profesor de secundaria, ¿cómo has integrado tus experiencias educativas en tu escritura y en el mensaje del libro? 

La experiencia educativa siempre deja profundas influencias, primero porque al enseñar siempre se aprende mucho, no solo teoría, porque las Ciencias Sociales con un área de conocimiento de amplio espectro, con materias muy diferentes pero relacionadas; también se aprende del alumnado, porque con el paso de las generaciones vas viendo en parte cómo evoluciona la sociedad. Por ejemplo, cuando empecé no había alumnos ni alumnas inmigrantes en la enseñanza, y al terminar eran casi la mitad de algunas clases, pues por ejemplo en los alumnos y alumnas de Diversificación eran casi el objeto de aquellos programas que tanto beneficio les produjo, y que por cierto casi se lo cargan con los nuevos planes de educación. Otra cuestión es por ejemplo es la propia dificultad que entraña el no haber tenido un acuerdo educativo entre los grandes partidos políticos que han gobernado en España desde 1975 hasta hoy. Más de medio siglo de deriva educativa en la que han existido seis o siete leyes de educación en las que una se desdecía de la otra y cuando dos fuerzas contrarias luchan entre sí, entonces se neutralizan no hay avance posible. La educación en España es un desastre y lo demuestra la escasa formación en valores comunes, la disparidad que hay entre la enseñanza privada y la enseñanza pública, el abandono de lo público es evidente y perjudica a una gran mayoría de la población y a toda la sociedad española. Se ve por ejemplo en la poca atención que se ha tenido en la educación afectivo sexual de la juventud, en las discusiones enconadas que provoca, en la poca atención que se presta al uso de los móviles y de las pantallas entre la juventud, en la escasa capacidad crítica, en la poca dedicación a la lectura, a la asistencia al teatro, a los museos. 
En cambio, los eventos musicales están lleno de jóvenes y las redes sociales están copadas por ellos y ellas sin que haya mucha preocupación por los efectos. Ahora se empieza a legislar sobre la inteligencia artificial, la IA, y los efectos que pudieran tener a medio y largo plazo, pero vamos un poco tarde en la escuela para prevenir conductas de riesgo.

  • Hablas de la polarización política y la desigualdad en “Diario de un descontento”- ¿Cómo ves el papel de la literatura en abordar y reflexionar sobre estos problemas sociales? 

Es curioso que la palabra “polarización” haya sido declarada la palabra del año 2023 por FundéuRAE. En realidad, polarización y crispación viene a representar un estado social que refleja la situación de la vida política, o en algunas redes sociales, pero no se corresponde con la realidad. La crispación en la sociedad española no es nueva y se vive desde hace décadas, lo que pasa es que ahora se ha internacionalizado aún más. Yo no veo a la sociedad polarizada, no veo en las calles, ni en los mercados, ni en el cine, que haya dos posiciones, y solo dos posiciones enfrentadas. Eso es un reduccionismo para explicar las situaciones. La sociedad es más compleja y diversa que eso, lo que ocurre que lo reducimos todo para poder entender el mundo; también tenemos necesidad de simplificar ante tanta complejidad, incertidumbre, miedo al futuro, y luego hay entornos viciados que llevan la situación de diversidad a extremos para llevarse el gato al agua. Lo peor no es que haya polarización, sino que esta polarización desemboca en la falta de educación, en el insulto y la falta de respeto. Yo no puedo opinar mucho sobre la literatura, o al menos de la literatura novelada, pero no cabe duda que la polarización se verá reflejada en la literatura. No puedo considerar al DDD como literatura sino más bien como ensayo, o en todo caso literatura sobre el descontento.

  • La obra analiza dos posiciones políticas caracterizadas por el liberalismo y la defensa de la sociedad del bienestar. ¿Cuál es tu posición personal y cómo influyó en la creación de la trama? 

Indudablemente yo defiendo el estado del bienestar. El DDD concluye con una reflexión sobre la diferencia entre una política económica progresista y una política conservadora y defiendo la política progresista argumentando esta posición en dos evidencias. Una primera evidencia es de carácter histórico y la segunda es de carácter empírico. Las dos requieren alguna explicación. Evidencia histórica: durante el periodo de la gran redistribución (1914-1980), el Estado fiscal experimentó una gran expansión que no tuvo precedentes históricos en Europa y en Asia y ello tuvo como consecuencia un desarrollo económico significativo que redujo la desigualdad en esas regiones del mundo, aunque no en todos los países, con inversiones importantes en educación, sanidad, infraestructuras y equipamientos públicos; eso se debió sin duda a la aplicación de políticas progresistas que dieron un impulso a la sociedad y redujo la desigualdad. En cambio, en el periodo de la revolución conservadora (1980-2020), el peso del Estado fiscal comenzó a retroceder y la desigualdad aumentó. La revolución neoliberal tuvo un impacto negativo en la economía y en la sociedad porque el 10% más rico se hizo más rico, en cambio perjudicó al 50% más pobre, mientras que el 40% restante o bien se mantuvo o se empobreció con más o menos importancia. Otro ejemplo es que en EEUU el 45% de la renta es para el 10% de la población, mientras que el 50% de la población solo acumula el 12% de la renta. Hay una gran disparidad económica entre unos sectores sociales y otros y eso significa una gran desigualdad. Yo creo que este ejemplo histórico pone en evidencia la diferencia en política fiscal entre una posición progresista y una posición conservadora, y que no serían las dos únicas posiciones porque hay muchos matices y formas de aplicar estas políticas. La otra evidencia es la evidencia empírica, que se puso de manifiesto muy recientemente a raíz de las dos crisis económicas que hemos vivido en este incipiente siglo XXI, la crisis de 2008 y la crisis de 2020. En 2008 el gobierno monocolor del PP de Mariano Rajoy adoptó políticas de recortes salariales inspiradas en el neoconservadurismo y eso empobreció a una gran parte de la población española y la recuperación económica fue muy lenta, en cambio durante la crisis de 2020 se había formado un gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos que apostó por políticas de protección social para los sectores más castigados por la crisis que permitió a los sectores más desfavorecidos afrontar la crisis en mejor situación. No vamos a entrar en detalles ni en guerra de cifras, pero así es como yo lo veo.

Diario de un descontento. Obra de Fernando García Pierres.
  • ¿Podrías compartir algún momento desafiante o memorable durante el proceso de escritura de DDD? 

Sin duda, el momento más memorable y emocionante para mí fue la pérdida de mi madre y de mi esposa en diciembre de 2019. En ese momento el DDD ya estaba en marcha si bien no tenía perspectivas de publicación. No había hecho consciente de que estaba elaborando durante años un documento (Diario) que sería la base de datos para un libro. Yo ya venía atravesando una etapa difícil porque mi mujer había enfermado de cáncer en 2016 y mi madre estaba muy mayor, y por otro lado se produce mi jubilación en 2015, con lo cual gran parte de mi tiempo lo dedicaba a cuidados y otra parte, la que me queda libre, a leer y escribir mucho en documentos diferentes. Al sufrir esa pérdida debido a la pandemia me quedé como varado un tiempo y luego empecé a revisar documentos hasta que empezó a surgir la idea de un libro que se fue vertebrando casi sin darme cuenta. Bueno es un decir, hubo un trabajo durante tres años, del 2020 al 2023 hasta que vio la luz. Y corto.

  • Finalmente, ¿Qué tal ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo? ¿Cómo influyó esta colaboración en la realización y difusión de la obra? 

Creo que ha sido buena. Me decidí por esta editorial por recomendación de un amigo que ya publicó con vosotros, y porque no tenía energía para ir de editorial en editorial mostrando el libro para su publicación. Prefería hacerlo desde mi casa sin tener que moverme por despachos. Ha sido fácil porque es una editorial bien organizada en un equipo compenetrado que te van dirigiendo a distintos departamentos hasta lograr el producto final y con un método bien definido. El resultado está a la vista y me parece bueno, si bien es verdad que la difusión del libro ha costado y costará. Por ejemplo, a día de hoy no se encuentra en la Casa del Libro, y costó encontrarlo a través de Amazon. De todas formas, pienso que, en autores noveles y desconocidos como yo, la difusión siempre será limitada, pero aún así hace ilusión publicar un libro, aunque sepas que no va a ser un superventas y que su difusión se quedará limitada a un grupo de familiares y amigos. Un saludo para todo el equipo de la Editorial Círculo Rojo, que hace realidad una ilusión, y para el equipo de elescritor.es.


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