Entrevistamos a Raúl Espada García, autor de «Meditaciones. Mente, mundo y vida, tres palabras para la misma substancia», obra que ha publicado con Círculo Rojo.
- ¿Qué te inspiró a escribir tu obra? ¿Cuál es el mensaje principal que esperas transmitir con este libro?
Hacer una recopilación de textos que escribía durante varios años en Redes Sociales. Que tenemos la responsabilidad de mirar más allá de nuestros propios condicionantes. Que no dejemos ese trabajo a otras personas.
- En tu biografía mencionas que has estado dando clases de inteligencia emocional y meditación. ¿Cómo ha influido tu experiencia como educador en la creación de este libro?
Cada día intento pulir los ejemplos y las explicaciones que doy en mis clases, encontrar un lenguaje común que todos podamos entender y así poder comunicarnos de verdad. Este libro es un ejercicio de ello.
- El título de tu libro sugiere una conexión profunda entre la mente, el mundo y la vida. ¿Puedes explicar cómo estas tres palabras se relacionan en tu obra?
Para mí, Mente, Mundo y Vida, son la misma substancia. Una no se puede dar sin la otra, si te das cuenta, para que la mente sea consciente de algo, para vivir algo, debe haber un algo, ese algo es el mundo. Lo experimentamos, lo vemos en nuestra consciencia a través de unos sentidos. Por tanto, el cuerpo que forma parte de este mundo natural, tiene que estar vivo para que sus sentidos estén activos, y tiene que haber una mente que sea testigo de todo. Por tanto, la mente, el mundo y la vida que anima al cuerpo, han de estar todos presentes. Sin uno sólo de ellos, nada podría existir. Aquello que no está separado, son la misma cosa.
- Tu libro se presenta como una obra que no contiene teorías complejas ni milagros de autoayuda. ¿Qué enfoque utilizaste para comunicar tus ideas de una manera accesible y sencilla?
La idea de escribir pequeños textos, es similar a los koans o haikus del budismo zen, me gusta que el lector haga su propio ejercicio de reflexión que se involucre en el cuestionamiento de lo que trato de advertir.
- Hablas de inspiración y devoción hacia «Aquello» en tu sinopsis. ¿Puedes ahondar en lo que significa «Aquello» para ti y cómo influyó en la escritura de tu libro?
Cualquier poeta serio sabe que no es él quien escribe sino es la inspiración lo que lo hace posible. La voluntad tiene poco que ver aquí, sí, uno se sienta a escribir, pero lo que surge, si eres honesto, lo atraviesa a uno y escribe por uno. No hablo de nada místico, es la propia vida, sencilla y cotidiana, pero la honestidad es la puerta.
- La belleza y la poesía de la vida son temas importantes en tu libro. ¿Puedes compartir una experiencia o una idea específica que ilustre este concepto?
La belleza es la cualidad de la existencia, la poesía es el vuelo del lenguaje por encima de sí mismo, es la ruptura de la estructura del lenguaje, más allá del condicionamiento de las reglas de articulación de este lenguaje, es posible advertir o señalar lo que la razón no puede entender. Es necesario ir más allá de la razón, no en contradicción con ella, sino sobre ella. Lo natural, la existencia misma, es más completa que la mera descripción, por tanto si quiero acercarme, ha de ser poéticamente. Pero la poesía no es la belleza, la belleza está más allá, es la misma existencia.
- Mencionas que hablas desde el silencio. ¿Cómo describirías este silencio y su importancia en la meditación y la reflexión que promueves en tu obra?
Podemos escuchar porque nuestro oído está en silencio. Podemos ver porque nuestro cerebro no está aferrado a una imagen sino que permite y recibe imágenes. Si cerramos los ojos, no hay imágenes, está vacío, pero abrimos y son recibidas. Por tanto la vista al igual que el oído están en silencio, en vacío para permitirse recibir. Este silencio es la naturaleza raíz de la consciencia. Ser consciente de que nuestra naturaleza raíz es vacío, silencio, es refrescante, renovador, inocente e inmaculado, significa un nuevo orden interno. Meditación es ser consciente, no de algo en concreto sino ser consciente, en ese vacío de la meditación de donde uno puede ser testigo de todos los patrones mentales.
- Tu libro invita a una reflexión profunda. ¿Puedes compartir algunos ejercicios o consejos prácticos que los lectores pueden seguir para profundizar en su propio cuestionamiento interno?
No creo en ejercicio ni práctica alguna, la vida es nueva a cada segundo, por tanto ¿qué ejercicio configurado en el pasado puede atender a lo que es nuevo? Ninguno. Si quieres meditar de verdad la meditación debe estar subyugada a la verdad. Y la verdad está viva y vive a cada segundo. Personalmente medito desde que me levanto hasta que me duermo. Sin esperar nada, siendo testigo de cómo surgen, suceden y terminan las cosas. Pero la inteligencia está ahí, despierta y viva.
- ¿Qué esperas que los lectores obtengan de tu obra? ¿Qué impacto esperas que tenga en sus vidas?
Mi intención es tratar de advertirles que observen y sean testigos de los condicionantes que atan su psique en identificaciones ilusorias. De este libro si al leerlo les anima a mirar y observar, bien, el resto es trabajo de todos y cada uno.
- Finalmente, nos gustaría saber cómo ha sido tu experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo. ¿Qué puedes decirnos sobre el proceso de publicación y la colaboración con esta editorial?
Por ahora todo correcto, me hubiera gustado que existiera en Madrid una oficina donde sentarme y charlar sobre el proceso y el libro en persona. Me gusta ver las caras y conocer a las personas.
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