Entrevistamos a Adam López, autor de “Héroe: El alba del nuevo tiempo”, que ha publicado recientemente con la editorial Círculo Rojo.
Adam, cuéntanos sobre tus inicios en la escritura. ¿Cómo pasaste de escribir cosas locas para divertir a tus amigos a convertirte en un escritor de novelas?
Fue todo tan orgánico que a día de hoy siento que este es el viaje que debo emprender. Es como si esto hubiese estado dentro de mí desde que nací y que, inevitablemente, se ha ido manifestando hasta que no he podido ignorarlo más tiempo. Como bien mencionas, yo necesitaba expresar en algún sitio las cosas locas que tenía en la cabeza, que normalmente eran anécdotas que nos ocurrían a mí y a mis amigos en el colegio. Les daba un enfoque bizarro, fantástico, y divertido, y se lo pasaba a uno de mis mejores amigos que era lector habitual y nos divertíamos mucho. Esto fue con trece años. Con el paso de los años, las historias cada vez eran más elaboradas, o al menos eso pretendía (a día de hoy las leo y bueno, mejor guardarlo en el baúl de los recuerdos) Este mismo amigo, ya con veinte y pocos años, me dijo literalmente: “Deja de escribir tonterías y ponte a escribir un libro”, y además, él siempre fue por aquel entonces mi corrector y editor, y lo sigue siendo. Ha sido, y está siendo, un camino muy difícil, pero sumamente satisfactorio. Desde aquel día han pasado ya unos siete u ocho años, he tardado todo ese tiempo y sacar al fin una novela. ¿Por qué he tardado tanto? La novela como tal la escribí en un año y poco, aunque gran parte de ella ya llevaba mucho tiempo en mi cabeza. Pero todos estos años me he dedicado a formarme como escritor; a aprender de forma más profesional y ambiciosa a contar historias. A encontrar mi estilo, y a poder traerle a los lectores una pieza con una calidad aceptable.
Mencionaste que eres apasionado de la ficción en diversas formas, como el cine, los videojuegos y la lectura. ¿Cómo han influido estas pasiones en tu estilo de escritura y en la creación de tu novela “Héroe: El alba del nuevo tiempo”?
Es la fuente de todo lo que hago. Desde que apenas tengo uso de razón ya jugaba a videojuegos y consumía cine por mi padre, que es bastante cinéfilo. Al final crecí con todo eso y me llevaba al cine a ver los grandes estrenos. La lectura vino poco después y terminó de remodelar mi concepto sobre la fantasía y la ciencia ficción; digamos que fue el broche final. Pero lo que impulsó mi pasión por todo esto sin duda fueron los videojuegos, y si tuviera que elegir una de estas tres aficiones, elegiría esta última, la que más me cala de las tres. Como comprenderás, el lenguaje a la hora de narrar una historia no es el mismo en un videojuego, en una película, en un cómic, o en un libro. Son formas muy diferentes de contar una historia, a cada cual más maravillosa por cierto, y cuando empecé a trabajar en mi estilo pensé mucho en ello. ¿Y si intento implementar de alguna forma partes de esos lenguajes tan diferentes en una novela? ¿Es posible hacerlo? ¿O me estaría saltando ciertas “reglas” básicas? Quiero decir, hay cosas que funcionan en audiovisual, pero no podrían funcionar en un libro por la carencia quizás de ese contenido más visual, por ejemplo. ¿Pero y si consiguiera que funcionara de algún modo? He trabajado mucho en ello, y sigo trabajándolo. Y si me empeño tanto en encontrar esa fórmula es porque quiero que más gente llegue a la lectura fantástica, gente que no está acostumbrada a leer o que simplemente el formato ‘novela’ no les atrae por el tipo de lenguaje que es. Quiero cambiar eso, quiero que cualquier persona, aficionada o no a la lectura, pueda disfrutar de ‘Héroe: El alba del nuevo tiempo’ o cualquier novela venidera. Y creo que la clave está en los esquemas y en el ritmo de las historias, saliendo un poco de lo habitual y acercándome a otros lenguajes.
¿Qué géneros te resultan más atractivos como escritor y por qué? ¿Qué es lo que más te atrae de la fantasía épica, la ciencia ficción y la acción?
Sin lugar a dudas la fantasía épica es droga para mí. Lo que más me atrae de este género es su versatilidad. La fantasía es lo que más me apasiona, pero me encanta el género romántico, el thriller, el misterio, incluso un poco el terror, entre muchos otros. Pues si todos me gustan por separado imagina meterlos todos juntos en la batidora. De hecho, ‘Héroe: El alba del nuevo tiempo’ tiene una leve pincelada de terror, tiene acción, tiene mucha fantasía, tiene épica, tiene un poco de romance, amor familiar… ¡Tiene de todo! Y lo mejor es que queda genial e incluso se potencian. Te voy a poner mi ejemplo preferido: las mejores historias de amor que he consumido han sido en historias de fantasía, mientras que cuando consumo historias románticas al uso, funcionan, pero no tanto como en un contexto fantástico que ofrece un climax aún más tenso. La fantasía épica es un cóctel muy fuerte de emociones muy diferentes que hacen una sinergia indudablemente perfecta.
La sinopsis de tu obra habla sobre la Ley Gal y la construcción de una utopía en medio de un mundo decadente. ¿Puedes ahondar en la premisa de tu libro y en qué te inspiraste para crear este mundo?
Esta pregunta es interesante, porque cuando empecé a trabajar en el libro esa premisa no existía. Tengo una versión del libro previa a la que finalmente ha salido adelante en la que cometí el error de construir una historia muy impactante a nivel global que, paradójicamente, no generaba impacto en el mundo. Cuando me di cuenta de ello, tuve que hacer borrón y cuenta nueva y trabajar detenidamente en el worldbuilding con un amigo que ha colaborado en ese asunto. En la historia, el mundo lleva tres largas décadas sufriendo la Muerte Súbita, un enigmático acontecimiento que ha aumentado la tasa de mortalidad a números alarmantes. Pero claro, esto me hizo poner el mundo patas arriba; países y gobiernos que han caído, de modo que nos encontramos en un mundo al borde de la distopía. Pero por otro lado, quise que la historia girara entorno a un lugar mucho más próspero para hacer la historia algo más ‘cercana’ al mundo real, así que tomé inspiración de obras como ‘El Corredor del Laberinto’ o ‘Los Juegos del Hambre’ unido a la industrialización y el neoterrorismo del videojuego ‘Final Fantasy VII’ y creé el concepto de la Torre Negra, un objeto misterioso que otorgó a la ciudad de Madrid avances tecnológicos impensables y de donde nació la nueva legislación, convirtiendo la ciudad en la gran y única metrópolis del mundo en la que se puede llevar una vida más próspera. Muchos me dicen que siendo Malagueño por qué se sitúa la historia en Madrid, y la verdad es que para Málaga tengo otros planes. Seguiré trabajando en este mundo en el futuro.
¿Quiénes son los personajes principales de “Héroe: El alba del nuevo tiempo”? ¿Qué desafíos enfrentan y cómo se relacionan con la trama de la historia?
Me basé en el concepto de ‘persona vitamina’ a la hora de darles forma; esa sinergia que se crea con los lazos entre las personas, y que solo nos aportamos cosas buenas de forma orgánica. Eso es lo que me inspiró a la hora de crear a Hugo, Félix, y Alejandra. Los estudié a fondo antes de echar las manos al teclado, estudié sus perfiles de personalidad y cómo podían relacionarse entre ellos siendo a su misma vez tan dispares, sin duda es en lo que más me he divertido escribiéndolos. Cada uno de ellos tiene una historia de desarrollo que va evolucionando al igual que el resto de la trama, todo va al unísono.
Hugo es un exmilitar que se dedica a la vida del mercenario en Madrid, es un tipo bastante curradete y un sufridor. Sufrió de pequeño una gran tragedia relacionada con la Muerte Súbita y eso lo ha sumido en un oscuro pozo de cinismo y autocompasión. Es solitario, cascarrabias, muy pasional, y un extremista. No tiene ningún propósito en la vida más que ayudar a la gente a sueldo hasta que muera en alguna misión.
Por otro lado, tenemos a Félix. Él es el alma de la fiesta, es un ególatra, es chulo, pedante, y busca gloria y fortuna, por eso intenta lograr a toda costa una gran proeza. Es un chico que a priori puede parecer no tener mucho trasfondo, pero detrás de toda esa fanfarronería tiene valores y principios, es un tío vital y enérgico, y sin duda y el motivo por el que te diría que es el personaje más entrañable de los tres, es la razón por la cuál quiere lograr una proeza y obtener gloria. Él hace catalizador de toda la historia, por cierto.
Y finalmente tenemos a Alejandra. Ella es una chica rara, tiene algo raro muy notorio en ella, no sabe quién es ni de dónde viene. La criÓ un ermitaño en una isla remota y la sobreprotegió del mundo exterior. Es decir, ha vivido aislada todos sus veinte años y solo ha sociabilizado con el hombre que la criÓ. Esto la ha convertido en un ser inocente de pura luz, y una total ignorante, con escasas habilidades sociales y en una chica solitaria que anhela con todo su corazón algo tan sencillo como tener amigos. Querer y ser querida es lo único que busca. Ella es divertida, optimista, dulce, altruista, con un sentido de ayudar a los demás muy poderoso.
En tus notas adicionales mencionaste la importancia de los personajes en una obra. ¿Qué características consideras esenciales para crear personajes memorables y convincentes?
Si no tuviera personajes sólidos con desarrollo y evolución jamás seguiría adelante con una novela, por buena que sea la historia. Los personajes lo son todo; son el motor del coche, el corazón de una persona, el aire que respiramos. No voy a sentar cátedra, tan solo voy a hablar de lo que a mí me funciona, tanto como lector, como escritor. En mi opinión una buena historia con personajes sin historia es algo que no tiene mucho sentido. Los personajes son lo que nos engancha al resto de la trama, y eso sucede cuando empatizas con ellos, cuando les coges cariño, cuando te caen bien, y te preocupas por ellos. ¿Y cómo sucede eso? Cuando los hacemos reales, cuando son tan humanos como nosotros. Por lo general, diría que basta con que el personaje sea carismático, pero por mi parte prefiero algo mucho más profundo. Me gustan las historias de superación y empoderamiento, como las historias de crecimiento y aprendizaje. Humanizar a los personajes y convertirlos en alguien que podrías ser tú es lo que los hace conectar con los lectores, y si ya el personaje está pasando por los mismos problemas por los que has podido pasar tú, pues imagínate. Creo que la clave está en hacer que tengan un recorrido, me explico: La historia de la novela va del punto A al punto B, y el personaje está ahí, pero además, este también tiene una trayectoria en paralelo de forma íntima, de un punto A a un punto B. Cuando tienes ambas trayectorias definidas solo te falta una cosa; unirlas. Me fascina cuando empiezo una historia y ver dónde acaba el personaje personal y psicológicamente cuando acaba, es una fórmula que no me canso de disfrutar.
Por ponerte un ejemplo: en ‘Héroe: El alba del nuevo tiempo’ yo tenía la historia ya planificada de ante mano, pero tal y como tenía escrito a los personajes, me vi en la obligación de hacer que la historia fuera por otro rumbo en cierto punto, y eso me fascinó. Los personajes se hicieron tan reales para mí que fueron ellos lo que me recondujeron la historia, me convertí en un mero espectador, dejé de tener el control. Y eso es lo bonito.
La serie “Historias de Eluna” parece ser un sello distintivo en tus obras. ¿Puedes compartir un poco más sobre qué significa esto y cómo se relaciona con tu trabajo como escritor?
Sí, pero solo un poco. Todas las novelas que voy a escribir irán bajo el sello de ‘Historias de Eluna’ porque, por dispares que sean entre sí, todas tendrán una conexión, pero no de la forma que piensas. Forma parte de la narrativa y se irá jugando con eso, será algo divertido y loco.
Hablaste de la inspiración detrás de tus historias. ¿De dónde sacas la inspiración para tus tramas y personajes, y cómo logras que tus obras sean frescas y diferentes en el género de la fantasía épica?
Más allá de lo que ya he mencionado más arriba (la inspiración en cine, videojuegos, u otros libros, y buscar nuevas formas de adaptarme al lenguaje) Una gran fuente de inspiración es la música, es lo que termina de sacar para afuera todo lo que ronda por mi cabeza. Y también me estoy fijando mucho últimamente en la gente de mi alrededor; amigos, compañeros de trabajo, familiares, conocidos… atiendo muchas de sus historias detenidamente y algunas me han inspirado a poder hablar en un futuro de ciertos temas o desarrollar cierto tipo de personajes.
Con respecto a la frescura del género, creo que la clave está en arriesgar y en mantener intacta tu identidad. Antes de trabajar en ‘Héroe’ había escrito otro libro en esos ocho años de formación autodidacta. Escribí fantasía medieval… No me malinterpretes, adoro la fantasía medieval, de hecho actualmente estoy leyendo una saga fascinante. Pero sentí que fui a lo medieval por puro acto reflejo, porque es lo común por así decirlo, cuando realmente tienes que hacer lo que sientas de verdad que quieras hacer. Yo no quería hacer fantasía medieval por más que me guste consumirla, no es mi estilo aunque sea lo más atractivo. Lo acepté y seguí mi propio camino. Soy un gran fanático del género superheroico, o de los héroes en general, sentí un pinchazo cuando pensé en escribir eso, pero también me encontré en una burbuja del género que me lastraría. Fue todo muy difícil, no sabía por dónde tirar. Entonces volví a lo de la identidad, y eché el ojo en el resto de cosas que me gustaban también. Tenía claro que quería escribir en este caso algo superheroico, pero el género estaba trillado en el cine, así que pensé en el género fantástico que tanto me apasiona en los videojuegos y como broche final, por aquel entonces estaba leyendo ‘Mistborn’ de Brandon Sanderson y me fascinó su nivel de worldbuilding y hacer del mundo un personaje más. De modo que metí todos esos conceptos en la batidora y salió ‘Héroe: El alba del nuevo tiempo’. Y para mi gusto, no he inventado la rueda, pero creo que ha quedado algo muy refrescante.
¿Qué desafíos has enfrentado como escritor novel y cómo has superado las dificultades para continuar tu viaje en la escritura?
En primera instancia la infravaloración. Jamás me habría planteado ser escritor cuando tenía veinte años, lo veía algo solo apto para dioses, por así decirlo, como si ese mundo fuera inalcanzable para mí, cuando eso no es así. Lo más importante en mi caso es el apoyo familiar y el de mis amigos. No te haces una idea de lo importante que es apoyar a una persona a trabajar por cumplir sus sueños. El apoyo de un ser querido es gasolina, te lo aseguro (hablo de eso en el libro, por cierto) Cuando ya decidí emprender el camino y lo acepté, me encontré con una persona que no tenía ni idea de escribir, y que tampoco sabía contar una historia. Esa fue la primera bofetada y volvieron las inseguridades y el planteamiento de dejarlo varias veces, de no seguir. Pero fue gracioso descubrir que no puedes huir de ti mismo. Cuando terminé de escribir ese libro de fantasía medieval y me di cuenta de que era malísimo fue cuando viví un momento de catarsis; los fracasos o los errores dejaron de afectarme, los convertía en aprendizaje y crecimiento. Seguí adelante, sin importar lo que opinaran o pensaran los demás. Este amigo mío, que es mi corrector, me ha ayudado mucho refinar y trabajar en mi estilo, y seguimos haciéndolo, quiero seguir mejorando. Pero otro obstáculo indudable es tu vida misma y tus responsabilidades. Trabajo cuarenta horas semanales, hago deporte y tengo muy poco tiempo a la vez de ganas de seguir ejercitando el cerebro. Esto se me llegó a hacer cuesta arriba, cuando llegaba a casa necesitaba descansar y dejar la mente en blanco, esto hacía que no escribiera. Por suerte, un amigo mío me desafío a escribir un límite de palabras diarios a la misma vez que yo le desafié a él a que cumpliera de la misma forma con un proyecto suyo, y el que fallara tenía que pagarle al otro un café. Era una tontería, pero el incentivo de la competición hizo que sacara de donde no tuviera y logré un ritmo diario de escritura muy saludable. El compromiso se perdió, pero y ya había ganado el ritmo de escritura para entonces. Nuevamente el apoyo de un amigo fue fundamental. Así que trabajé duro. Fui adquiriendo cada vez más conocimientos hasta que me vi capaz de volver a intentarlo. En definitiva, diría que, con trabajo, esfuerzo, y determinación. Estoy muy orgulloso del libro que he lanzado y diría, sin ápice de duda, que esta es la mayor lección de esfuerzo recompensado que jamás habré aprendido.
Finalmente, ¿qué tal ha sido tu experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo? ¿Qué te ha aportado esta experiencia y qué consejos le darías a otros autores que consideren publicar con esta editorial? Además, ¿puedes compartir tus expectativas de futuro y los próximos trabajos en los que estás trabajando?
Ha sido una experiencia, o mejor dicho, está siendo una experiencia muy positiva. Los autores noveles necesitamos esto, es nuestra única ventana de inicio. Y ellos han sido en todo momento muy profesionales, me han atendido constantemente cada vez que he necesitado algo, que es algo que me gusta mucho, que pueda acudir a ellos y reciba una atención casi inmediata, no se olvidan de ti ni te dejan tirado, y eso lo respeto. Recomendaría a cualquier autor que quiera empezar a publicar con ellos, te tratan muy bien, son muy buenos profesionales, respetan mucho tu visión como artista, y te ofrecen herramientas y puertas que jamás conseguirías por tu propia cuenta.
Sí, tengo una larga lista de trabajo, créeme. ‘Héroe’ es mi obra magna, es la única saga que pienso escribir como tal. Pese a ello, soy muy partidario de la autoconclusión y de no entrar en el terreno fangoso de historias interminables. ‘Héroe: El alba del nuevo tiempo’ es una historia que tiene un final y que cierra una historia, aunque vaya a continuar. No obstante, voy a trabajar un par de años en otro tipo de novelas, independientes y autoconclusivas para seguir formándome como escritor y dar lo mejor de mí en las potenciales secuelas que vaya a tener ‘Héroe’. De hecho, la novela en la que estoy trabajando es muy íntima y personal, y estoy aprendiendo mucho de ella. Todo bajo el sello de ‘Historias de Eluna’.
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