El reto de escribir una novela a 4 manos. Pedro de Andrés y Marta Estrada presentan: «Mester de brujería – Cantigas de Inesia y Rapaz»
Para quien no os conozca, ¿quiénes son Pedro de Andrés y Marta Estrada?
M – Marta Estrada es una esforzada creadora de historias desde que tenía once años que, después de quedarse ciega, se dio cuenta de que una herramienta hasta entonces nunca vista y menos utilizada, servía para escribir (como si los lápices y bolígrafos no sirvieran; pero parece que no comprendí a tiempo que se podía hacer algo más que deberes y exámenes con ellos). Leer y novelar cualquier idea fueron dos de las actividades que acompañaron toda mi adolescencia y juventud. Todo ese tiempo fue de juego y aprendizaje. Hasta 2013 no publiqué mi primera novela: «Un refugio para Clara», con la editorial Destino. Ahora sé que escribir me llena, pero lo que más me colma, no es solo el proceso de escritura sino el hecho de poder compartir con los lectores aquello que he sido capaz de crear, que sean ellos los que se atiborren de emociones y experiencias junto a los personajes.
P – Además de otras muchas cosas, y no siempre buenas, soy alguien que cuenta historias. El resto no tiene demasiada importancia.Si estás leyendo esta entrevista, lo importante es mi faceta de escritor, no qué países visito, dónde trabajo o si tengo una mascota. Lo de escribir me viene del año 2013. Había hecho mis pinitos, con resultados realmente frustrantes, de modo que me apunté al Taller de escritura Alfa en Bilbao porque de verdad quería aprender. El primer día de clase Ana Belén, la profesora, dijo: vamos a escribir cuentos. Qué chasco… Y yo pensando que iba a escribir novelones de novecientas páginas. Estaba muy equivocado, por supuesto. Allí descubrí, además de las herramientas del oficio, que contar historias molaba mucho más de lo que había pensado y que los cuentos no son sólo para los más jóvenes. Y fue tal el aluvión de ideas, que escribí en pocos años cientos de relatos y micro relatos de casi todos los géneros. Ahora, además, también escribo novelas.
Para saber un poco más de mí y de lo que escribo, se puede visitar mi página web:
¿Cómo nace la idea de escribir un libro a cuatro manos? ¿Y qué tal la experiencia? ¿Repetiréis?
M – Ya hacía mucho tiempo que Pedro y yo habíamos hablado de escribir algo juntos. Nos gustaba jugar rol online, y creo que durante esos años nos dimos cuenta de que congeniábamos bien tejiendo historias. Supongo que sería más o menos por esa época (hará ya más de 10 años) que la idea se fue formando hasta que la concretamos. La experiencia ha sido enriquecedora, divertida y muy estimulante. Repetiremos.
P – Nos conocemos casi desde principios de siglo (cómo suena esto…). Con Marta ya tenía experiencia en el desarrollo de tramas y personajes. Dramatizábamos lo que nuestros personajes de videojuego pensaban y sentían, cómo se relacionaban. Fluía con facilidad, nos divertíamos un montón. A finales de 2020, nos propusimos la idea y como Rapaz ya existía en algunos relatos sueltos, Marta debía crear a su coprotagonista (Inesia en este caso) y entrelazar sus historias. El resultado nos ha sorprendido más que gratamente y lo hemos pasado pipa.
Ella lo cuenta muy ameno en su blog, en una entrada en la que describe el proceso de escritura a cuatro manos de Mester de brujería. Puede que alguien crea que escribir entre dos es ponerse a escribir a la vez, pero no. Teníamos un protocolo que seguir y que funcionó a las mil maravillas. Se puede leer en el siguiente enlace:
https://martaestradag.com/asi-se-escribio-mester-de-brujeria/
¿Qué es lo que más destacaríais de «Mester de brujería – Cantigas de Inesia y Rapaz»?
M – Personalmente, lo más destacable para mi inquietud literaria ha sido el grado de improvisación. Sabíamos de dónde partíamos y a dónde queríamos llegar, pero ni Pedro ni yo teníamos idea de cómo iban a comportarse nuestros respectivos personajes. Según respondieran a las distintas situaciones, él o yo debíamos adaptar sus reacciones, hecho que le otorgaba una característica muy orgánica a la creación, como la vida misma. Lo pasé muy bien, ciertamente.
P – Exacto. Teníamos claro que no queríamos que los personajes hablaran distinto según quien enfocara el capítulo. Lo que se nos ocurrió fue dramatizarlo como hacíamos antaño, casi en tiempo real. Uno de los dos escribía la frase del diálogo y la enviaba al otro. Escribíamos teatro sobre la marcha, pero encastrado en una novela. La sensación de interiorizar el personaje es inigualable, imposible cuando escribes tu historia a solas.
¿Cuánto tiempo os ha llevado escribirlo?
M – Diría que unos seis meses, entre proceso creativo y revisiones.
P – En el principio, Marta creó a Inesia. A partir de ahí, el proceso de escritura del manuscrito apenas duró tres meses. El resto ha sido labor de revisar, maquetar y volver a revisar. Ah, y revisar.
¿Alguna anécdota del proceso que podáis contarnos?
M – Anécdota como tal no recuerdo… cuando llegábamos a los diálogos, teníamos que enviarnos un mensaje para avisar al otro de que era su turno de réplica. Os podéis imaginar la impaciencia si la otra persona no podía replicar enseguida… (impaciencia bien llevada, que todos sabemos que no siempre se puede estar pendiente del ordenador o el móvil).
P – Yo voy a contar el chascarrillo torpe. En una de las revisiones, con tanto intercambio de archivo, metí la pata y me cargué un repaso entero de Marta que tuvo que rehacer… No sé si me habrá perdonado ya.
Marta, hasta ahora has escrito thriller y romántica, con una incursión en la novela juvenil. ¿Cómo ha sido el cambio al género fantástico?
M – Aparte de las novelillas con temática paranormal de mi adolescencia, nunca me había adentrado en este género (salvo un ligero contacto en mi novela juvenil Y vivo porque me toca). Y dudo que lo hubiera hecho de no ser por el empujón de Pedro. Recuerdo que, al principio, le decía que no me iba a apañar. Él, con esa proverbial fe en mí que tanto le agradezco, insistió en que le encontraría el punto. Y lo encontré. No por el hecho de poder inventar es fácil escribir fantasía, al menos para mí, que soy una quisquillosa con las incoherencias, los anacronismos… Que lo diga mi compañero, que le hice rebuscar sinónimos para sustituir la palabra ego… Mis novelas no se pueden encasillar en la misma estantería, así que, estoy orgullosa de estrenar nueva etiqueta.
Pedro, tus novelas siempre se han movido entre la fantasía y la ciencia ficción. ¿Es tu único género?
P – Como lector, no. Me he criado leyendo desde los cuatro años cuanto pasaba por mis manos. A la hora de escribir, e ignoro el motivo, es lo que me sale. Supongo que me muevo con comodidad en la creación de mundos a los que aplicar los problemas cotidianos de nuestra sociedad. Es lo que se ha dado en llamar el sentido de la maravilla, la perplejidad ante un contexto extraño que nos sirve, a modo de espejo, para contrastar nuestras ideas preconcebidas y, además, para especular sobre el camino que hemos tomado como especie. Me han dicho muchas veces que me dedique a escribir otros géneros, que tendría más éxito de ventas. Y puede que tengan razón, pero al menos de momento, sigo siendo fiel a lo que me sale de la pluma y no a las cifras de ventas.
¿Qué consejo daríais a alguien que quiere empezar a escribir?
M – Siempre se me hace complicado el concepto de «empezar a escribir». Es algo que uno ha de hacer con naturalidad, porque le nace de dentro, lo haga mejor o peor. Escribir necesita un rodaje. Hay quienes dicen que para escribir bien hay que tener diez mil horas de lectura y de escritura a cuestas. Sea como sea, si alguien quiere empezar a escribir, simplemente, que escriba, lo que sea, lo que le surja, siempre, sin miedo a equivocarse, sin miedo a qué dirán si alguien lo lee. Siempre.
P – Como dice Marta, si quieres escribir no hay otra. Te sientas y lo haces. Después, depende mucho del objetivo que te marques. Conozco gente que disfruta con poner por escrito sus pensamientos y vivencias más personales sin ningún ánimo de difundirlas. También hay quien se plantea tener un superventas y vivir de ello (suerte, compañero). En cualquier caso, por favor, cuida lo que escribes al igual que un ebanista no te entregaría una pieza con muescas sin pulir o sin barnizar (y si lo hace le montas un pollo, ¿o no?). No vale todo y, por supuesto, las faltas de ortografía, son un horror. Respeta tu trabajo si quieres que el público te respete.
¿Qué autores os han inspirado más a la hora de escribir?
M – Soy muy ecléctica en mis lecturas. He recopilado miguitas de todos los escritores que han pasado por mis manos, de eso estoy segura. Así que no podría decir en quién me inspiro porque se trata de un conjunto de experiencias lectoras de muchísimos años.
P – La relación de influencias es interminable cuando has leído tantísimo a lo largo de toda tu vida. En cada etapa te influye algo distinto y un mismo escrito, en otra fase, te marca de una forma totalmente diferente.
No obstante, yo tengo claras mis influencias más cercanas. Cuando leí «Ruta de gloria» de un tal Robert A. Heinlein se abrió para mí un mundo nuevo (qué digo, miles). Por otro lado, están los clásicos de aventuras de mi juventud (Stevenson, Salgari, Melville, Scott y tantos otros). Dejo en manos de mis lectores y lectoras que me saquen otros parecidos «razonables» que siempre me sorprenden.
¿Dónde se puede conseguir el libro?
M – En Amazon.
P – Sí, somos indies y lo proclamamos con orgullo. Ambos hemos publicado con editoriales tradicionales (ella incluso con Destino, ahí es nada) y tenemos claro el modelo que queremos para nuestras obras en el futuro. Gestión y control. El resto, la publicidad, las presentaciones y demás, ya lo hacíamos también antes. Ahora puedes leernos en tapa blanda, tapa dura, libro electrónico y en la plataforma de lectura ilimitada (Kindle Unlimited) y hemos vendido libros en los Estados Unidos, Argentina o Colombia, algo que antes era impensable.
Para mayor comodidad, que no se diga, dejamos los enlaces de Mester de brujería (desde ahí, es fácil acceder al resto de nuestra bibliografía individual):
Ebook:
Tapa blanda:
Tapa dura:
También disponible en Kindle Unlimited.
¿Estáis trabajando en algún nuevo proyecto?
M – Como estamos un poco locos, sí, hemos empezado a dar pinceladas.
P – Cambiamos de género y de planteamiento, una historia totalmente nueva y con mucha más planificación que antes. Después de disfrutar tanto con Rapaz e Inesia, era inevitable que surgiera la pregunta: ¿a que no hay huevos de repetir la experiencia?
Para terminar, ¿nos recomendáis alguna lectura?
M – Puedo recomendaros la primera que me marcó muchísimo y la última que ha pasado por mis manos. Más que recomendar, es compartir mis vivencias. Éxodo, de Leon Uris, que me leyó mi padre cuando tenía 13 años, toda una experiencia casi iniciática. Y la saga de Morris Gleitzman, que se inicia con Una vez y consta de seis libros. Una historia maravillosa que me ha llenado de ternura en estos tiempos tan… yermos, como diría Lorca. Me doy cuenta ahora mismo de la casualidad en el contenido de ambas recomendaciones. Es una de tantas casualidades de las que seguro no existen.
P – Uf, esta pregunta es para nota… Es muy difícil recomendar lecturas a un público tan extenso. A duras penas me atrevo a hacerlo con alguien cercano y casi nunca funciona. Esto va un poco como lo del café. Cada uno tiene sus preferencias y lo que a mí me vale es probable que a ti te haga sentir de otro modo. Al fin y al cabo, no se puede tomar café con hielo en el crudo invierno…, ¿o sí?
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