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Descubrimos a la fabulosa escritora Núria Fernández Bermejo y sus obras “Melancolía” y “Las cenizas de Plutón”

Descubrimos a la fabulosa escritora Núria Fernández Bermejo y sus obras “Melancolía” y “Las cenizas de Plutón”

¿Cómo surgió la inspiración para escribir “Melancolía” y qué te llevó a elegir la ambientación en un tranquilo pueblo rural?

Es una historia bastante curiosa, en realidad. Fue durante unas vacaciones de verano, en un pueblecito costero. Recuerdo que vi el anuncio de una película en la televisión, y las imágenes me llamaron la atención. Cuando dijeron el título se me quedó grabado, por lo poético que me pareció: “Melancolía”. Poco después de eso, una tarde que estaba paseando, escuché a alguien tocando el violín, seguramente practicando. A pesar de lo claro que se escuchaba, no fui capaz de ver de dónde provenía. Alguien debía estar tocándolo desde alguna de las casitas del pueblo, y me pareció algo bastante curioso. Aquellos dos estímulos lo desencadenaron todo. Hoy todavía tengo pendiente ver esa película.

¿Puedes hablarnos más sobre la leyenda que aparece en la trama de “Melancolía” y cómo se relaciona con la música en la historia?

No quiero revelar mucho sobre la historia para no destripársela a los lectores, pero sí puedo revelar que en “Melancolía” tiene mucho peso una leyenda acerca de un hombre que murió en extrañas circunstancias. Esto lleva al protagonista, un escritor sediento de inspiración para nuevas novelas, a querer indagar más sobre el tema. Creo que las leyendas son elementos que causan un gran impacto sobre aquellos que las escuchan, y su poder para transmitirse en el tiempo es inmenso. Además, la incógnita de si son verdad, mentira o un poco de ambas, las hacen especialmente interesantes.

Ahora que lo mencionas, ¿te inspiraste en alguien para crear a Daniel Hunter, el protagonista de “Melancolía”?

De manera consciente, no, la verdad. Aunque a mí me gusta decir que todas las historias ficticias tienen un trasfondo real detrás. Todos los elementos de nuestra vida y personalidad afectan a cómo creamos nuestras historias, a pesar de que no seamos conscientes de ello. Es posible que Daniel tenga alguna traza de mí en su personalidad, aunque sea algo que el lector detecte con facilidad.

La música y las rosas negras son elementos clave de la novela. ¿Qué representan’

Las rosas negras son un símbolo muy concreto. En la historia simbolizan la oscuridad, el misterio, los secretos… e incluso lo sobrenatural. Sin embargo, también simboliza la dualidad entre belleza frágil y la fortaleza o el poder (flor hermosa y tallo con espinas). La música es el elemento que envuelve toda la novela. Es el canal de transmisión de las emociones, desde la tristeza más profunda al tormento y el horror. Podríamos decir que es casi una manifestación de la psique de los personajes.

En el booktrailer de “Melancolía”, vemos una destacada presencia de imágenes y música. ¿Cómo creaste esta representación visual y auditiva de la novela?

Fue uno de los primeros booktrailers que hice. Creo que en él aparecen elementos que representan bastante bien la historia y la atmósfera de la novela: el piano, una casa abandonada, fenómenos extraños, la luna, las rosas negras… Además, la música de fondo creo que está muy bien escogida. Se trata de “Crows over the city”, del compositor español Carlos Viola. Es una melodía que pertenece a la banda sonora de un videojuego aclamado por la crítica y uno de mis favoritos, precisamente por su trama de misterio con tintes de terror. A decir verdad, creo que “Melancolía” merece una reedición de su booktrailer, ahora que he perfeccionado mis habilidades de edición audiovisual.

¿Qué elementos del misterio y la locura exploras en “Melancolía” y cómo influyen en el desarrollo de la trama?

Algo que quizás influye mucho en la trama de misterio de la novela es la necesidad humana de saber. Sin eso, no existiría la historia. Daniel se encuentra con un escenario de lo más inusual, lleno de preguntas y sucesos inexplicables. Podría haber ignorado todo eso y enfocarse en otras cosas, pero, si algo nos caracteriza a los seres humanos es que necesitamos saber. Cuando nuestro cerebro no es capaz de entender lo que está pasando, faltándole piezas del rompecabezas, hace todo lo posible para poder llegar a entenderlo. En cuanto a la locura, también es un elemento crucial en la historia. Creo que la cordura es algo más frágil de lo que pensamos y que, al contrario del mensaje que muchas veces recibimos, nuestro estado mental no tiene nada que ver con ser buenas o malas personas.

“Las cenizas de Plutón” es un poemario que aborda temas de sueños inalcanzables y anhelos. ¿Cuál fue la motivación detrás de este libro?

Pues este libro en realidad es la idea madurada y evolucionada de otro libro que tenía una premisa distinta. Era un libro que se iba a titular “A quien vive en Plutón” e iba a ser una obra dedicada a un concepto ficticio, a una especie de “persona imaginaria”, podríamos decir. Iba a ser un poemario igualmente centrado en el simbolismo cósmico, pero con una historia y un mensaje totalmente distinto. “A quien vive en Plutón” iba a ser un libro dedicado a la idea de una persona perfecta e imposible de encontrar o alcanzar. Esa persona, una especie de “alma gemela”, vivía en Plutón y, por tanto, estábamos condenados a no poder llegar jamás hasta ella. Más adelante la idea cambió y evolucionó, y se acabó convirtiendo en algo muy diferente, dándole la vuelta al mensaje.

¿Cómo decidiste utilizar el simbolismo cósmico en “Las cenizas de Plutón” para representar las emociones humanas y la lucha contra la pérdida de la esperanza?

Todo el poemario tiene como epicentro el universo como metáfora para representar las diferentes emociones y experiencias humanas. Cada cuerpo celeste representa una cosa y cuenta una historia. Plutón simboliza los sueños y deseos que creemos inalcanzables, lejanos. Sagitario A* es un agujero negro supermasivo y representa a aquellas personas o experiencias que absorben todo lo bueno que tenemos dentro, dejándonos sin nada, que nos atraen sin remedio con su gravedad insalvable y nos hacen girar a su alrededor. La estrella polar representa las ilusiones que nosotros mismos nos construimos, aun sabiendo que en el fondo no son verdad. Marte representa las guerras interiores, contra nosotros mismos. También aparecen Titán (luna de Saturno), el Sol, Venus, el cometa Halley… Todo el poemario está conectado con el mensaje principal, con el que abre y cierra la historia.

¿Cómo conectas la poesía con la complejidad de la existencia humana en “Las cenizas de Plutón”?

Es un libro que al final retrata las emociones y experiencias humanas. Es una obra que tardé cinco años en escribir, durante esa transición complicada de la adolescencia a la edad adulta. Es un libro complejo y, a la vez, con el que mucha gente se ha sentido identificada. La existencia humana es compleja porque nos atraviesan multitud de experiencias, emociones y recuerdos que nos marcan para siempre. La vida en sí misma es compleja y heterogénea.

¿Qué mensaje o lección esperas que los lectores saquen de “Las cenizas de Plutón”?

No quiero explicarlo con mucho detalle para no quitarle la magia de descubrirlo en el último poema del libro, pero esencialmente el libro intenta transmitir el mensaje de que debemos luchar contra la renuncia y la desesperanza, por oscuro y doloroso que sea el camino.

Como autora, has explorado tanto la novela como la poesía. ¿Qué te atrae de cada género y cómo ha influido tu formación en Biotecnología en tu escritura?

Pues más bien es al contrario. Mi pasión por la escritura ha influido en cómo me he desenvuelto en mis estudios y en mi trabajo. Aunque la escritura científica es totalmente distinta de la escritura literaria, creo que sí tienen cierta conexión. Creo que saber escribir y comunicar ideas por escrito es una competencia transversal que tiene un impacto en muchas actividades profesionales. Lo que más me gusta de la investigación es precisamente la parte en que la se escribe un artículo científico. Sobre los géneros literarios, creo que ambos tienen sus puntos fuertes. De la poesía me gusta su belleza, su musicalidad, su fuerza para transmitir emociones, el poder que tienen en ella las metáforas. De las novelas me gusta su inmersión, su capacidad para trasladarte a otros lugares, otros mundos y otros tiempos. Las novelas son como portales abiertos.

Tuviste tu debut literario con “Melancolía” a una edad temprana. ¿Cómo ha sido tu evolución como escritora desde entonces hasta tu último libro, “Las cenizas de Plutón”?

Pues mucha gente me ha dicho que ahora tengo un estilo más adulto y experimentado. No solamente es la práctica y leer mucho, sino también que yo me he hecho mayor, y ahora me acompañan una experiencia y una madurez que antes no. El crecimiento personal se ha visto reflejado, supongo. Aunque, quizás, también he ido adquiriendo un matiz más oscuro, al menos en el poemario, donde se pueden ver mis facetas más sombrías. Sea como sea, sigo percibiendo en “Melancolía” algo especial. Si la reescribiera ahora, tengo la sensación de que resultaría en una novela más larga, profunda y oscura, pero también sin esa bella esencia de cuento gótico que la caracteriza.

¿Puedes hablarnos sobre tu experiencia como colaboradora en medios digitales y revistas literarias locales? ¿Cómo ha influido esto en tu desarrollo como escritora?

Creo que colaborar en revistas literarias es muy positivo para desarrollarse como escritor. En mi caso, he publicado relatos, cuentos y ensayos. Uno de mis favoritos es el que apareció en “Revista Purgante”. Actualmente me he aventurado en la publicación de poesía, estoy a la espera de conocer la respuesta de las revistas. Es una forma de darnos a conocer ante el público que está interesado en los géneros que escribimos. Es un campo que me gustaría cultivar más en el futuro.

¿Cómo equilibras tu trabajo como autora con tu investigación en fisiología vegetal de tu tesis doctoral?

Pues muchas veces es difícil. Al contrario de lo que mucha gente cree, hacer un doctorado no es como estudiar una carrera, no tiene nada que ver (hablo por ciencias experimentales, desconozco cómo funciona en otras ramas). Es un trabajo en el que tienes que hacer multitud de tareas diferentes y en el que es común tener que hacer sacrificios en beneficio de tu investigación. Consume mucho tiempo y energía, tanto mental como física. Estoy lejos de poder dedicarle a la escritura tanto tiempo como me gustaría. Además, muchas veces el doctorado me deja sin energía mental para escribir. Sin embargo, no pienso dejar jamás la escritura, porque es algo que me llena y me apasiona. No importa la cantidad de horas que tenga que dedicar a otras cuestiones, siempre habrá espacio para la literatura.

Cuéntanos sobre tu perfil en Instagram, @luneverset, y cómo lo utilizas para compartir contenido literario.

Pongo mucho mimo en crear contenido para mi perfil de Instagram. Muchos de mis lectores me han conocido gracias a él. Allí comparto fragmentos de mis obras, textos inéditos y contenido de valor para autores y lectores. Me gusta mucho ser creativa y experimentar con herramientas audiovisuales. Mi perfil de Instagram es mi ventana digital al mundo literario.

Hemos visto que también te dedicas al mundo audiovisual. ¿Cómo se te ocurrió empezar a hacer booktrailers para autores?

Hacer vídeos siempre ha sido algo que me ha gustado mucho. Cuando apenas era una adolescente me inicié en ese mundillo y empecé a empaparme de tutoriales sobre edición de vídeo. Recuerdo que hice varios vídeos para un canal de YouTube que nunca llegué a crearme, con la finalidad de publicitar un blog literario que tampoco llegué a crear nunca. Gracias a ello me inicié en los programas profesionales de edición y ya más adelante empecé a crear booktrailers para mis historias, los cuales sí vieron la luz en YouTube. El primero que hice gustó mucho y ese fue el punto de no retorno. Empecé a hacer pequeños metrajes en los que recitaba mis poemas, como películas en miniatura, más booktrailers… Como a la gente le gustaban tanto y a mí me encantaba hacerlos, decidí empezar a hacerlos a demanda para otros autores. Por ahora, puedo decir que todos ellos están muy contentos con el resultado, lo cual me hace muy feliz.

¿Puedes adelantarnos algo sobre tus proyectos futuros en el mundo de la literatura?

Ahora mismo estoy trabajando en dos proyectos, ambos de narrativa. Uno será un libro de cuentos de misterio, terror y fantasía. El otro es mucho más ambicioso, pero ya tengo la mayor parte escrita: una novela de misterio muchísimo más extensa que “Melancolía”. Necesito apostar más por esa vertiente narrativa, antes de publicar otro poemario, que ya adelanto, existirá sí o sí.

¿Qué consejo le darías a los escritores jóvenes que están empezando su carrera literaria?

Muchos, demasiados para escribirlos aquí. Si me tengo que quedar con algunos de ellos, les diría tres cosas. La primera, que escriban por amor a la escritura, no por fama o dinero. La segunda, que no escuchen a la gente que les dirá que lo dejen, porque muchas personas lo harán. En esta sociedad, molesta ver cómo otros se atreven a luchar por sus sueños, porque la mayoría de gente opta por no intentarlo Y, por último, que trabajen, que trabajen mucho. Que escriban, que lean (esto es imprescindible, haber leído mucho), que se informen, que se muevan, que exploren, que aprendan. Ser escritor no es solo escribir, es una aventura que sabes dónde empieza, pero no dónde acaba.

Núria Fernández Bermejo "Las cenizas de Plutón"
Núria Fernández Bermejo “Las cenizas de Plutón”

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