Damián Espina, nos cuenta todo sobre “Misión en Mâlik: la isla de los policías desaparecidos”
- ¿Cómo influyeron tus experiencias personales y profesionales, incluido tu trabajo en la Policía Nacional, en la creación de “Misión en Mâlik: la isla de los policías desaparecidos”?
Probablemente de muchas más formas de las que pueda ser consciente, ya que nuestra percepción de la realidad y todo lo que podamos imaginar a partir de ella se construye siempre en base a nuestras vivencias.
Dicho lo anterior, resulta sencillo reconocer que conocer la Policía Nacional desde dentro ha sido una inagotable fuente de información de cara a plasmar en una novela cómo un policía trabaja, respira, gestiona los problemas personales y profesionales en un servicio o se relaciona con sus iguales y superiores. Todo ello ha supuesto una gran base sobre la que cimentar mi creatividad.
De igual modo, mis experiencias con ciertas personas me han permitido, no solo crear algún que otro personaje, sino plasmar también de alguna manera en la trama vivencias y aprendizajes que tuve a través de mi relación con ellas, enriqueciéndola considerablemente y creando fluidos diálogos.
- ¿Qué te inspiró a escribir sobre una isla misteriosa y la desaparición de agentes de policía como tema central de tu novela?
La isla de Mâlik es el escenario donde tuvieron lugar los hechos de la trama anterior, la precuela, que espero publicar también a corto-medio plazo.
Si me arriesgué a recuperar ese entorno para crear una nueva novela es porque tanto los acontecimientos como los escenarios donde se desarrollarían serían muy distintos. Un ejemplo de ello es que en la precuela la mayoría de los sucesos tienen lugar en el interior de la isla, mientras que en esta ocasión, además de ser muy distintos, se dan en torno a ella.
La desaparición de los policías es el eje vertebrador de la trama en muchos aspectos: supone el “delito” que da sentido a cualquier novela de temática policiaca; es el medio que utilizan los villanos para lograr sus fines; uno de los misterios que mantienen el suspense durante la narrativa; y también la puerta para introducir el elemento fantástico. Podemos decir que todo el proceso de creación confluye en ese punto.
- En tu obra, exploras la idea de criaturas humanoides y una exagente de policía gallega misteriosa apodada “la Doctora”. ¿Qué te llevó a incluir estos elementos fantásticos en una trama policial?
Romper los esquemas. Normalmente estamos acostumbrados a universos ficticios que exploran una o dos facetas y se mantienen dentro del marco que conforma el género de la trama, lo cual a mi juicio es como limitarlo.
Si bien la fantasía es un género que ya de por sí permite combinarse con otros (fantasía y terror, fantasía y amor, fantasía infantil…), en mi caso la mezcla de géneros va más allá.
Va a sonar un poco contradictorio, a primera vista quizás un oxímoron, pero soy un autor de fantasía muy realista. Y es que lo que hago es añadir un elemento fantástico a la realidad, pero no trato de adaptar la realidad a la fantasía, sino al revés. El planteamiento cuando escribo es un “¿qué pasaría si…?”.
¿Un ejemplo?
Aunque en mi universo aparezca un elemento capaz de hacer existir una criatura humanoide, sigue siendo un universo caótico y lleno de posibilidades, lo cual se plasma a ratos. Continúa habiendo altruismo y egoísmo, amores y tragedias, humor y terror, anécdotas adultas e infantiles, justicia y venganza, etc.
¿Otro ejemplo?
Que en otra de mis novelas haya personas con super poderes capaces de derrotar a militares armados de un golpe no cambia las características de los demás personajes. No porque un héroe pueda derrotar fácilmente a un soldado adiestrado va a hacerlo también un chico de 14 años y 40 kg de peso con una simple patada en la entrepierna y a grito de “esta por mi gatito”.
¿Fantasía? Sí, pero adaptada de la forma más lógica posible, dentro de mi conocimiento, a la realidad.
- ¿Cómo abordaste la construcción del mundo ficticio de la isla de Mâlik? ¿Hubo alguna investigación o inspiración específica detrás de la creación de este entorno?
Para el escenario quería un paraje cerrado donde poder llevar a cabo un plan y aislarlo del resto del mundo. Una isla pequeña y de propiedad privada me pareció la mejor apuesta, por ello creé Mâlik, una isla ficticia que se encontraría en el archipiélago canario.
En cuanto a la construcción del universo literario en que esta novela se encuadra, esta ha tenido lugar a lo largo de muchos años imaginando incontables historias y personajes a los que he ido poco a poco dando forma.
- Tienes un universo literario compuesto por más de quince novelas escritas. ¿Cómo se diferencia “Misión en Mâlik” de tus obras anteriores en términos de estilo y temática?
Digamos que el estilo es parecido en muchos aspectos, pues no deja de tener en común con las demás el formar parte del mismo universo y tener como creador al mismo autor.
Sí puedo destacar que mi redacción ha mejorado ligeramente tras leer al excelso, y no exagero con el calificativo, Brandon Sanderson, probablemente el mejor autor de fantasía de este siglo. Salvando las inmensas distancias, el mero hecho de ser testigo, como lector, de la impecable y precisa forma de narrar de Sanderson me ha llevado, por simple exposición, a verme mejorar en comparación conmigo mismo, lo cual otorga a esta novela un estilo algo mejorado con respecto a las otras, al menos hasta que las reedite.
Con respecto a la temática, tener como protagonista a la Policía Nacional, en un retrato que nace desde el conocimiento, breve pero desde dentro, es sin duda alguna un elemento completamente nuevo y diferenciador que hace única a esta trama con respecto a las otras. También he reducido ligeramente la cantidad de fantasía en aras de resaltar más el desempeño y la labor del cuerpo.
- Uno de los aspectos interesantes de tu novela es el protagonismo de Borja Calleja y Zaira, dos personajes principales con trasfondos y motivaciones diferentes. ¿Cómo desarrollaste estos personajes y qué quieres que los lectores obtengan de ellos?
Variedad y más variedad. Un universo es muy variado, las personalidades de los y las agentes de la Policía Nacional, pese al carácter común que puedan desarrollar, son también muy distintas.
De nada me sirve hacer una trama compleja que combine armónicamente fantasía, política e investigación policial si sus personajes no revelan fielmente la inmensa amalgama de perfiles psicológicos que existen.
Calleja es un joven GEO que posee la templanza y la firmeza de su equipo, a lo que hay que añadir el entusiasmo de su reciente ingreso en la unidad de élite de la Policía Nacional. Pese a todo, toma sus decisiones y conforma su personalidad en base a sus propias vivencias.
Zaira, pese a no ser tan operativa ni experimentada, es una chica con una experiencia vital difícil que le ha llevado a forjar un duro carácter que combina con su natural simpatía.
Sus diferencias pretenden de algún modo mostrar al lector que no hay una única vía por la cual se llega a desarrollar lo que dentro de la Policía Nacional podríamos denominar como un “tesón de hierro”.
- La trama de “Misión en Mâlik” parece combinar elementos de misterio, thriller y fantasía. ¿Qué desafíos enfrentaste al fusionar estos géneros en una sola historia?
Solo uno, y no es otro que el de lograr mostrar, como he mencionado ya en no pocas ocasiones, un mundo complejo y diverso.
Crear una suerte homogénea de sucesos hace más sencillo fabricar un mundo equilibrado, pero más simple. Mostrar un mundo donde ocurren todo tipo de cosas hace más difícil lograr el equilibrio, pero cuando se consigue el resultado es un universo mucho más parecido a lo que realmente una persona se puede encontrar.
- En tu biografía mencionas que tu ingreso en la Policía Nacional fue una motivación para escribir una novela con el cuerpo como protagonista. ¿Cómo crees que esta experiencia ha enriquecido tu escritura y tu capacidad para retratar el mundo policial de manera auténtica?
Algo destacable es la cantidad de personajes y diálogos entre ellos que han ido surgiendo en la redacción. Gracias a mis prácticas he podido conversar con comisarios, inspectores, subinspectores, policías de escala básica… e incluso presenciado encuentros entre ellos y ellas.
Cada paso en la novela me ha llevado a una posible interacción, y me he sentido cómodo pudiendo afrontar, de forma literaria, cada una de ellas sin encontrar ningún bloqueo.
Por todo ello considero que, además de lograr un retrato bastante fiel a la realidad policial, he incrementado mi confianza para seguir haciéndolo en un futuro.
- ¿Qué aspecto de “Misión en Mâlik: la isla de los policías desaparecidos” esperas que los lectores encuentren más intrigante o sorprendente?
Si lo dijera seguramente estaría haciendo un spoiler, así que solo diré que las cosas no son lo que parecen, y seguirán sin serlo hasta el final.
- Finalmente, ¿qué tal ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo? ¿Qué aspectos destacarías de trabajar con esta editorial en comparación con otras experiencias editoriales que hayas tenido?
Lo cierto es que mi experiencia previa es muy efímera. Traté de autopublicar por mi cuenta, redacté pequeñas historias en plataformas de escritura y también hice vídeos en youtube, pero nada de eso comparable a una experiencia editorial como esta.
Con respecto a Círculo Rojo, conocía la editorial desde hacía años, pero fue gracias a otra autora del cuerpo que me acerqué a ellos.
Puedo decir que son auténticos profesionales. No solo mi editora, que ha sido la que más ha tenido que padecer mis llamadas con una larga lista de dudas (claramente se ha ganado el sueldo conmigo la pobre), sino que también todas las personas implicadas en el proceso: maquetación, diseño de cubierta, corrección ortotipográfica, distribución, comunicación…
Se trata de personas que conocen bien lo que hacen y están siempre dispuestas a guiar tu proceso. Desde luego el resultado no tiene nada que ver con lo que pueda uno hacer por su cuenta.
Si hay alguien pensándose si llamar para autopublicar con ellos, solo le diré que valore seriamente invertir en su novela. El acabado será completamente profesional, lo cual considero el punto de partida de cualquier proceso de venta.
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