Conoce a Consuelo Recio y su novela más reciente, «Un lento río de fuego»
El tiempo sin límite es el mejor amigo de un escritor, los retales de tiempo, su enemigo. Cuando dispuse de lo primero empecé a publicar. Mi primera novela, «Madrid Blues» (1997) sale en una pequeña editorial catalana y tras un largo paréntesis de ajetreo vital le siguen «Asphodelus» (2015); «Oscar A» (2017) y «Un lento río de fuego» (2020). He tenido la suerte de poseer una estupenda biblioteca de unos 20.000 volúmenes gracias a sucesivas aportaciones familiares, por eso muchos volúmenes están subrayados, anotados, dedicados, descuajaringados… Una delicia.
¿Qué es para usted la literatura?
Una realidad alternativa.
¿Podría explicarlo algo más?
Se trata de crear una realidad más o menos verosímil en la mente del lector sin cuya aportación personal no sería posible, por eso cada novela es diferente según el lector que la metaboliza, por usar un término de la biología. Sí, podríamos decirlo así.
¿Y de qué se nutre la literatura? ¿En que se inspira el escritor?
Se escribe sobre todo con el subconsciente, y ya se puede usted imaginar lo que puede haber ahí dentro.
¿Y los modelos literarios? ¿Son estables o cambian a lo largo del tiempo?
Todo sucumbe con el paso del tiempo, modas, corrientes, escuelas… Un autor que ha podido fascinarte en el pasado, cuando le revisitas puede resultarte un verdadero tostón.
¿Qué consejo les daría a los escritores que empiezan?
Que dominen bien el instrumento que usan: el lenguaje, y que si deciden continuar en el oficio deben saber que es un oficio muy duro y que conviene pertrecharse de grandes dosis de perseverancia, paciencia y masoquismo.
¿Es usted una escritora comprometida?
Me gustaría creerlo. Hay que comprometerse con el tiempo histórico que nos ha tocado vivir, de otro modo tu trabajo corre el riesgo de ser un puro entretenimiento perfectamente olvidable.
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