Conocemos todos los detalles de la obra “Las mujeres eran luna”, publicada con Círculo Rojo.
Tu bio menciona que eres escritora, dibujante e ilustradora. ¿Cómo se complementan estas facetas creativas en tu proceso de escritura, especialmente en novela “Las mujeres eran luna”?
Como bien expones, “ Las mujeres eran luna” es una novela narrativa, de ahí que en ella poco he podido aportar de otra faceta que no sea la escritura.
Tan solo aparecen dos dibujos realizados por mí que se corresponden ambos a planos de situación de la trama.
Lo que si era primordial para mí, y he conseguido, es que la editorial introduzca, la portada que yo misma realicé mediante diferentes soportes gráficos.
“Las mujeres eran luna” es tu primera novela publicada. ¿Qué inspiró la creación de esta historia y por qué decidiste explorar temas como la pérdida, la lucha y el sacrificio?
Me atrevo a decir que la inspiración a la hora de crear esta novela, fue simplemente una “casualidad” (aunque no creo demasiado en las casualidades).
Siempre he sentido una profunda debilidad por la Patagonia y varios de sus enclaves como pueden ser San Carlos de Bariloche o Punta Arenas.
En una de las búsquedas en internet de alguno de estos lugares, me apareció cierta información sobre la tribu Selknam y su genocidio. A partir de ese instante, me quedé tan conmovida por su historia que no pude más que ampliar esa información exponencialmente con el último fin de crear una historia para esas gentes, en su honor y recuerdo.
La pérdida, la lucha y el sacrificio son emociones universales e imperecederas a la vez que desafiantes. Tambalean nuestros fuertes cimientos de confort ante la vida.
Por un lado, nos obliga, (en este caso a los fueguinos), a modificar nuestra vida cotidiana y cambiar por completo nuestro día a día.
En segundo lugar, el enfrentarnos a esas emociones y miedos, nos hace inmensamente más fuertes a la vez que nos exige tener un nuevo propósito totalmente nuevo e inesperado para seguir adelante.
Tal vez, hoy en día, estas emociones no nos toquen tan de cerca en este primer mundo en que habitamos, sin embargo, en ese tiempo en el que versa la novela, incluso en nuestro tercer mundo del año 2024,la pérdida, la lucha y el sacrificio, se sitúan en la base misma de la pirámide de las necesidades más básicas, junto con la necesidad de alimento o refugio.
En tu sinopsis, se plantea la pregunta sobre qué serías capaz de hacer cuando tu raza y tu familia están abocadas a la destrucción. ¿Cómo abordaste la construcción del personaje principal, Kiepja, y su proceso de toma de decisiones en esta situación desafiante?
Todos los personajes, no solo el de Kiepja, se han ido amplificando y desarrollando por sí solos con total libertad y sin ninguna pretensión o meta fijada previamente por mi parte para ellos.
Yo, desde un principio, tena claro quién y qué quería que fuese Kiepja. A partir de ahí, todos los personajes nacieron de la necesidad y tomaron los caminos que ellos mismos marcaron y quisieron recorrer.
Todos han encontrado y desarrollado su personalidad y forma de ver y afrontar la vida gracias a la “carta libre” que les he dado para evolucionar.
También mencionas cuentos con alma, especialmente relacionados con la ancianidad y la espiritualidad. ¿Cómo influyen estas temáticas en tu escritura y qué mensaje esperas transmitir a través de ellas?
Soy una apasionada de la vida. Me encanta sonreír a la vida y dejarme sorprender por ella. Este sentimiento de alegría es uno de los que rigen mi vida y el cual poseo a raudales. Por ello, me gusta expresarlo y compartirlo en cualquiera de los ámbitos en los que me desenvuelvo.
La vida, en un momento muy extenso de mi existir, me acercó al lado de esas personas tan fascinantes y llenas de experiencias como son los ancianos. Sin embargo, mi percepción era que estaban llenos de tristeza o cuanto menos, faltos de alegría.
Entonces, ¿por qué no compartir con ellos y con el mundo algo que a mí me sobra? De esa forma comencé a diseñar, dibujar y escribir cuentos especialmente creados para ellos.
La ancianidad es una etapa a la que todos estamos abocados sin remedio, por tanto con que tan solo uno de sus días, sea algo más feliz que el anterior, siento mi objetivo cumplido.
Tu primer cuento infantil fue publicado bajo el sello de la editorial infantil Mr. Momo. ¿Cómo fue tu experiencia trabajando con esta editorial y cómo influyó en tu proceso creativo?
Mi experiencia bajo el sello de la editorial infantil Mr. Momo, fue muy bueno. Sin embargo, lo que menos me importó en el momento de publicar “Niko”, fue con quién. Lo verdaderamente importante y enriquecedor fue el proceso y las alegrías posteriores que el cuento me proporcionó.
Si en los “cuentos con alma” el mensaje que deseo expresar es que mientras permanecemos vivos siempre podemos encontrar un motivo y un porqué o para quién sonreír, en los cuentos infantiles que escribo, al igual que en Niko, el mensaje a mostrar a nuestros pequeños es que los sueños son alcanzables y que los verdaderos valientes son los que se atreven a soñar y a perseguir sus sueños sin importar su edad, sexo, raza, religión etc.…
El proceso creativo me resultó sencillo dado que soy una persona muy soñadora. Me encanta crear historias constantemente. En el caso de Niko, el protagonista es un paraguas, donde además del texto, también realicé las ilustraciones y la maquetación, de modo que fue un proceso creativo completo y muy enriquecedor.
En “Las mujeres eran luna”, el personaje de Juan asume la responsabilidad de cuidar a Kenenisk. ¿Qué papel juegan las relaciones y el apoyo mutuo en tu novela, y cómo reflejas estos temas en tus obras en general?
Nuestro mundo esta interconectado con todas las personas y lugares de un modo u otro. Creo en nuestra humanidad y en nuestros valores, en la bondad del ser humano. Aunque en estos momentos de conflictos y guerras, sea difícil de argumentar, cada uno de nosotros necesitamos un brazo que nos ayude a no caer en el pozo, o a salir de él, en el caso de que nos hayamos introducido ya.
Bien puede ser un núcleo familiar o de amigos. El caso de Juan y Kiepja es la moraleja más absoluta; Incluso en el equipo rival, siempre encontraras un amigo que te brinde el auxilio y apoyo que necesitas sin pedir nada a cambio.
¿Qué mejor parábola que uno de los miembros de la sociedad exterminadora de tu gente, sea tu mayor y único defensor.
La historia se desarrolla en dos entornos muy diferentes, Tierra de Fuego y Muskiz. ¿Cómo eliges los escenarios para tus historias y qué importancia tienen en el desarrollo de la trama?
El crear un final de historia donde el destino elegido para ello sea el pueblo bizkaino de Muskiz, creo que es un intento por mi parte de acercarme físicamente a todas esas gentes y su historia. Una forma de empatizar y compartir su dolor.
Sentir que somos capaces de crear un futuro después de la destrucción. Una especie de redención de vuelta o recuperación de los valores más humanos que albergamos.
La dualidad de enviar a Kenenisk a una sociedad desconocida para Kiepja es un elemento intrigante en la sinopsis. ¿Cómo exploras el choque cultural y las experiencias de adaptación en la novela?
El mejor modo de afrontar el tema del choque cultural que conozco, siempre es el de situarse en lugar del otro.
En la novela este tema está explotado, sobre todo, por las figuras de Juan y Kiepja. Personajes amplios de miras, totalmente empáticos y tolerantes con las diversidad cultural ante la indulgencia imperialista y colonizadora llena de estrecheces de miras que representan otros personajes como pueden ser los colonos, los hacendados etc.
Como autora e ilustradora, ¿cómo manejas el desafío de visualizar y representar gráficamente tus propias historias? ¿Qué importancia tiene la ilustración en la narrativa de tus obras?
A veces, una imagen vale más que mil palabras, ahora bien, cuando escribo y creo personajes, momentos y lugares para ellos, no tengo palabras que puedan traspasar tan profundamente la barrera entre mis visualizaciones y lo que exteriorizo.
Mi cuerpo entero vibra con los personajes, siente con ellos. Por tanto casi desde el minuto cero, mi cerebro se forma una imagen los más pulida y perfecta de ellos. Los ha visualizado.
Esa imagen perfecta y pulida es la que intento mostrar al público en mis obras. Esa visión lo más nítida y precisa es la que muestro con mis ilustraciones.
Hablando de experiencias editoriales, ¿puedes compartir tu perspectiva sobre cómo ha sido la experiencia de publicar con la editorial Círculo Rojo? ¿Qué aprendizajes has obtenido durante este proceso?
Está siendo una satisfacción enorme el publicar bajo el sello de Círculo Rojo. Desde el primer momento yo he sido la responsable y la conductora de mi obra. Ni que decir tiene, que los trabajadores de todos los departamentos son excelentes profesionales. Experiencia totalmente positiva.
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