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Conoce “Dando Tempo al Tiempo”, del escritor Javier Barragués Tapia

Conoce “Dando Tempo al Tiempo”, del escritor Javier Barragués Tapia

¿Cómo describirías tu trayectoria como escritor?

Bueno, en principio yo no tengo trayectoria como escritor, aunque haya publicado dos libros. Ser escritor es algo muy distinto a publicar un par de libros. Hoy hay miles de grabaciones de discos realizadas por personas a las que no se le puede llamar músicos. Yo me considero músico.

Entonces ¿cómo describirías tu experiencia con la escritura?

La música y la literatura tienen en común muchísimas cosas, más de las que yo creía, me he sorprendido al experimentar con la escritura las mismas sensaciones que a lo largo de mi carrera musical he sentido como músico. La estructura, la forma, la composición de las frases, el llegar al lector como llega una melodía hasta lo más íntimo. La intimidad, la exploración. Escribir es un acto íntimo, profundo. Disfruto de esa introspección como disfruto del momento en el que interpreto música.

¿Qué te inspiró para escribir tu último libro, “Dando Tempo al Tiempo”?

La necesidad de inmortalizar de alguna manera los acontecimientos de una época. Han pasado cuarenta años desde la primera vez que me subí a un escenario como profesional de la música y las generaciones posteriores a la mía no saben ni se imaginan las dificultades por las que pasábamos, o la forma que teníamos de lanzarnos al vacío en los duros años ochenta. Lo pasional y la crudeza de la época ponen el resto. Después de haber escrito unas cuantas páginas del libro me di cuenta de que por mi vida pasaron personas muy importantes que no merecían la indignidad de caer en el olvido, personas que había que mantener en la memoria y rescatarlas por medio de palabras escritas es la mejor forma de homenaje hacia ellas.

¿Has dejado lugar a la ficción en estas memorias?

En lo más esencial no. Toda narración autobiográfica tiene elementos de ficción, es imposible que no sea así. En mi libro algunos lugares y personas están cambiados por respeto a la intimidad, también es evidente que al no recordar diálogos exactos de hace cuarenta años se hayan aproximado a la realidad, pero la esencia de estos y los hechos que se narran están totalmente alejados de la ficción, son reales.

Hablas en alguna parte del libro de una época problemática para la juventud, alcohol, drogas, delincuencia. Se describen momentos de cierta crudeza.

Sí, era lo que viví de primera mano en algunos momentos. Algunas de las personas a las que me refería anteriormente, héroes en silencio que lucharon incansablemente por dignificar a los enfermos alcohólicos están en el libro, eso lo viví muy de cerca. También guardo un recuerdo para los que no pudieron continuar el camino. Las drogas forman parte de la vida, están ahí y es un problema de todos. Hay que llamar a las cosas por su nombre y yo describo lo que vi, los peligros a los que estuve expuesto. Creo que la divulgación y la información veraz es importantísima. En mi época adolescente no teníamos información y la explosión de libertades nos aportó muchas cosas muy buenas, muy positivas, pero en ese vértigo, a la velocidad a la que nos sometíamos por conseguirlo todo rápido y masticar la vida sin saborearla, muchos cayeron por el precipicio. Yo tuve la suerte de mirar todo de cerca sin caer en el abismo y todo porque me dieron la información necesaria.

¿Cómo describirías tu proceso de escritura? ¿Tienes algún ritual o método particular?

Para el libro Vistahermosa, Memorias de un pueblo salmantino aferrado a su industria, necesitaba estar sentado ante en una amplia mesa llena de fotocopias de archivos de protocolos notariales antiguos, hemeroteca y todo eso. Siempre en silencio absoluto. Este último libro, Dando Tempo al Tiempo lo he escrito en su totalidad recostado en la cama, muy cómodo la verdad. Me he acompañado de música clásica, principalmente de los impresionistas, pero siempre muy suave en volumen. Es imposible escribir escuchando jazz, mi música favorita, desde el momento que suena la primera nota me dejo llevar hacia la música y soy incapaz de acabar una frase en el papel.

Javier Barragués Tapia "Dando tiempo al tiempo"
Javier Barragués Tapia “Dando Tempo al Tiempo

Presentas tu obra en la feria municipal del libro de Salamanca ¿qué sensación te produce hacerlo en la plaza Mayor, un lugar que se cita varias ocasiones en Dando Tempo al Tiempo?

Salamanca es una de las ciudades más maravillosas del mundo. Amo la piedra arenisca de sus monumentos, su color cambiante en diversas estaciones del año y en distintos momentos del día debido a la luz, magia que siempre me apasionó. El pasado histórico de la ciudad, la Universidad, el ambiente joven que al menos en mi época de salidas nocturnas era inigualable en ninguna ciudad española. Presentar mi libro en la ciudad que amé desde que nací, en el centro neurálgico, en el ágora de la capital y en una feria del libro llena de vida supone principalmente un honor muy grande y la responsabilidad enorme de no defraudar a los lectores con un libro que habla de Salamanca, de los salmantinos y de parte de la historia reciente de esta ciudad.

¿Podrías contarnos sobre tu experiencia escribiendo sobre la historia del pueblo con la industria del siglo XIX?

Maravillosa. Lo que destaco es el tiempo que pasé en los archivos descubriendo cualquier legajo o protocolo notarial antiguo que me iba abriendo el camino para reconstruir la historia no conocida del siglo XIX sobre la fundación del pueblo y su industria del curtido. Tirar de un hilo que había encontrado después de horas y horas de investigación y me acercara a la planimetría de las fábricas y dependencias de dicha industria y como era el pueblo me llevó a experimentar algo parecido a una excavación arqueológica, fue algo muy bonito, un sentimiento increíble. El poner rostro a los antiguos fundadores al rescatar fotografías o el charlar con los más viejos del lugar, ancianos que pasaron su niñez a principios de siglo en aquel lugar y ver que coincidían los datos extraídos del archivo con sus recuerdos de cómo era el pueblo hoy arrasado, fue una experiencia única e inolvidable. Lo echo de menos.

¿Tienes algún proyecto en mente para futuras publicaciones?

No pienso en proyectos, creo que un libro viene a uno. El libro, la idea, viene sola, no se busca. Cuando eso suceda probablemente escribiré. Si no sucede, si el libro no viene a mí, no creo que sea necesario organizarme para escribir. No soy escritor, soy músico.

Javier Barragués Tapia "Dando tiempo al tiempo"
Javier Barragués Tapia “Dando Tempo al Tiempo

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