Charlamos con Juan Luis Alemán, autor de la obra recientemente publicada con Círculo Rojo, “Dilema”.

- En tu novela “Dilema”, el protagonista, Tomy, se encuentra en una búsqueda constante de la relación ideal. ¿Qué te inspiró a explorar esta temática de las relaciones amorosas y la búsqueda del amor perfecto?
La exploración de esta temática me la sugirió la incesante indagación del ser humano en su inveterado intento por definir lo indefinible: el amor, y las múltiples aristas que presenta, así como las cuestionables descripciones que a lo largo de la historia se han dado desde los diversos campos de la cultura. Algunas de ellas son el leitmotiv con los que los personajes se enfrentan al dilema de sus vidas y, presumiblemente, en las vidas de los lectores y lectoras que se acerquen a la novela.
- La novela parece centrarse en las experiencias emocionales y afectivas de Tomy. ¿En qué medida puedes identificarte con los dilemas y desafíos que enfrenta el protagonista?
Tomy es el protagonista de esa búsqueda persistente, emocional y afectiva, que el ser humano trata denodadamente de encontrar en su propia vida y en la del otro u otra acerca del amor. Pero también es una constante en las vidas de Eliana, Silvia y Miranda, y, por ende, en la biografía de cualquier ser humano, especie en la que me incluyo.
- Has sido profesor de Filosofía, y el protagonista de la novela comparte esta profesión contigo. ¿De qué manera influye la filosofía en la narrativa de “Dilema” y en la vida de Tomy?
Efectivamente, Tomy y yo compartimos profesión, y no es casual el hecho. Siempre he creído que se enseña como se piensa, por lo tanto, qué mejor que un protagonista colega para que su ideología, su forma de ver el mundo, su bagaje conceptual, impregne de valores y dé un cierto aire de racionalidad a las situaciones con las que se enfrenta y a las decisiones que tiene que tomar. La narrativa de Dilema está impregnada de filosofía, académica y vulgar, en un intento de poner en valor la necesidad de esta materia para la formación de las personas, aunque como dice el propio Tomy en un lance de la novela: «A pesar de todos esos razonamientos, que como buen filósofo argumentaba intentando no caer en ninguna falacia, era difícil aceptarlos de inmediato porque el corazón no entiende de argumentos».
- ¿Qué importancia tiene el entorno geográfico y cultural de Canarias en tu novela? ¿Cómo contribuye a la atmósfera y el desarrollo de la historia?
Me alegra que me hagas esta pregunta porque la pormenorizada descripción de los diferentes lugares en los que se desarrolla la trama y la verosimilitud de las situaciones que se describen, así como el lenguaje utilizado —de claro acento canario—, conforman, desde mi punto de vista, una visión de canariedad en su acepción de «cualidad o condición de canario, especialmente referida a la idiosincrasia de los isleños y a sus manifestaciones culturales», según recoge la web del Diccionario básico de canarismos, desconocida fuera de las islas y que me permiten no solo ponerlas en valor sino darlas a conocer a través de las descripciones de paisajes, pueblos, gastronomía, fiestas, cultura, etc.. Todo ello contribuye al desarrollo de la novela creando una atmósfera cotidiana, cercana, conocida, en la que los lectores no son ajenos a los lugares, a la cultura o al habla con la que los personajes se enfrentan a las peripecias que les acontece.
- La novela es descrita como “intimista” con diálogos descarnados. ¿Cómo abordaste la escritura de los diálogos y los sentimientos de los personajes para que los lectores puedan identificarse con ellos?
Es un género en el que me desenvuelvo razonablemente bien producto, quizás, de mis años de docencia donde tuve la oportunidad de tratar con chicos y chicas en esas edades donde priman los sentimientos y las frustraciones que llegan hasta el fondo de la personalidad cuestionándose la propia existencia, la identidad y el sentido último de la vida. Esa experiencia te dota de muchos registros para crear personajes subjetivos, nostálgicos, que permiten mostrar el otro lado, el oculto, el de las inseguridades, y te faculta para hacerlo con un lenguaje sencillo, de fácil lectura, pero a la vez descarnado, realista, posibilitando que los lectores puedan sentirse identificados con los personajes. El uso de los canarismos ayuda a que el lector se sienta identificado en aquellas escenas descritas con esos términos tan cercanos a su habla cotidiana.

- Tomy se ve atrapado en un dilema entre tres mujeres: Eliana, Silvia y Miranda. ¿Puedes hablar sobre cómo desarrollaste estos personajes y las relaciones que tienen con el protagonista?
El desarrollo de los personajes por los que me preguntas parte de las carencias afectivas que se le supone a Tomy y en cada una de esas mujeres destacan unas cualidades que tratan de llenarlas, completarlas, o cuando menos mitigarlas. A su vez, cada una de ellas, posee una personalidad y una naturaleza tan específica, que las hacen absolutamente diferentes entre sí y provocan el estupor al que tiene que enfrentarse Tomy: Eliana, la voluptuosa, la alegre mujer que encarnaba como ninguna otra el carpe diem de Horacio incitándolo a aprovechar el tiempo y no malgastarlo inútilmente en cosas accesorias; Silvia, la incondicional, su primer amor, la mujer que lo amaba a pesar de sus dudas, la compañera sosegada de una vida ideal; Miranda, la misteriosa, la mujer detrás de un velo, la pintora de La Fajana de Franceses que se había vuelto imprescindible en el lienzo de su alma. Las tres convierten su vida en un dilema.
- Mencionas un glosario para comprender los canarismos utilizados en la novela. ¿Por qué decidiste incluir este elemento y cuál es su importancia en la obra?
Efectivamente, la finalidad del glosario es lograr la comprensión de los canarismos usados y el conocimiento de nuestra idiosincrasia: el español de Canarias como «hablas canarias», es decir, la unidad de la identidad lingüística canaria y la riqueza de la diferencia insular. Por un lado, se trata de posibilitar la comprensión de canarismos tales como, Picar el ojo. «Cerrar momentáneamente un ojo con alguna intención, guiñarlo. Hasta que no me picó el ojo, no me di cuenta de que me estaba hablando en broma»; Pozuelo. «1. m LP. Tacita de café con asa. Después de comer siempre se toma un pozuelito de café»; Magua. «1. f Pena, lástima, desconsuelo por la falta, pérdida o añoranza de algo, o por no haber hecho una cosa que hubiera redundado en beneficio propio. En algunas islas se usa más en plural»; Mamá. «1. f LP. Voz que, empleada sin determinante y en forma no apelativa, usa el hablante para referirse a su propia madre cuando habla con personas que no son sus hermanos. Mamá me dijo que había saludado a tu madre»; entre otros muchos que aparecen en el glosario. Y, por otro, mostrar la riqueza de la diferencia insular en el habla donde algunos canarismos tienen una connotación diferente. Mi querida amiga Silvia, en su amable prólogo, lo pone de manifiesto cuando dice: «Como canaria, es conmovedor irte identificando con expresiones de nuestra tierra, de una isla o de otra, casi puedes oír el acento en los diálogos, y las conversaciones bien pudieran haber sido las de cualquiera de nosotras por su familiaridad y cercanía, tanto que sientes ganas de participar en ellas compartiendo el buchito de café con sus protagonistas».
- ¿Cómo describirías el lenguaje y el estilo de escritura que utilizas en “Dilema”? ¿Tienes alguna influencia literaria particular que te haya inspirado?
Lo hemos comentado más arriba. Se trata de un lenguaje sencillo —de claro acento canario—, que posibilita una fácil lectura de la obra y una evocación de los escenarios por los que transcurre la trama permitiendo que los lectores puedan sentirse identificados con los personajes y sus peripecias. Esa manera de describir tan minuciosamente el paisaje y el paisanaje proviene de mi apasionamiento por la lectura y, especialmente, por la inmensa admiración que siento por autores como Pérez Galdós, Proust, García Márquez, Almudena Grandes o Javier Marías.

- Cambiando de tema, ¿puedes compartir tu experiencia al publicar tu libro con Círculo Rojo? ¿Qué consejos o lecciones has aprendido a lo largo del proceso?
La experiencia ha sido muy gratificante y quería agradecerle a Círculo Rojo las facilidades que me ha dado para poderla publicar. Desde que les envié el manuscrito hasta que los libros estuvieron en mi poder todo fueron facilidades: comenzando por mi editora (que siempre me guio y resolvió todas las dudas) hasta el departamento de distribución, pasando por la correctora y los departamentos de maquetación, diseño, administración y comunicación. Sinceramente creo que fue una decisión acertada elegir a Círculo Rojo para la publicación de mi segunda novela como ya lo fue con la primera, La decisión. De todo se aprende en la vida y el proceso de edición me ha descubierto la realidad que hay detrás de una publicación, un trabajo ímprobo desconocido por mí —corrección, maquetación, galeradas, diseño…—, y me ha dado una visión del entorno profesional del mundo de la edición que desconocía absolutamente.
- ¿Tienes planes para futuros proyectos literarios? ¿En qué temas o géneros te gustaría trabajar en el futuro?
Esta hermosa aventura de escribir que me ha posibilitado la jubilación está abierta a nuevos proyectos. De hecho, ronda mi cabeza una tercera novela en la que estoy trabajando y en la que quiero adentrarme en otros derroteros diferentes a mis dos novelas. Me siento cómodo en la narrativa y por ahora no pienso aventurarme en otros géneros, aunque he de decir que el lírico me llama poderosamente la atención.
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